No quiero dejar de contarles una historia de amor ocurrida hace cuatro años que acabó en tragedia y que supone un claro ejemplo de que las buenas noticias no interesan a los medios de comunicación o lo que es lo mismo: que lo que no tiene morbo, crueldad y violencia no tiene interés para nuestra sociedad. Se llamaban Alejandra y José. Ella tenía treinta y dos y él treinta y nueve años. Se habían conocido a través de un programa de integración social que desarrollaba ACAFEM. Entre ellos había nacido el afecto y cariño y hasta-quien sabe- algún compromiso de boda. Uno de los dos, o tal vez los dos -este extremo no lo puedo precisar- estaba citado para asistir al Juzgado de Villena por una denuncia de poca importancia. Pero, se les amontonó la faena y el día anterior a la cita con la Justicia ocurrió la tragedia. Obsesionados por tener que ir al Juzgado se tomaron un dosis para ver si así lo podían digerir mejor. Se acostaron a la siesta y cuando José se despertó vio a Alejandra sin respiración, muerta. Pensó que él era culpable por haberle administrado la dosis.
Se le vino el mundo encima: pensó que sin Alejandra ...su vida ya no tendría sentido. Su madre no pudo retenerlo. Sin pensarlo se fue al edificio más alto, situado en la parte baja del Paseo Luis Golf. Accedió a la finca y subió a la terraza. Desde allí se quitó la vida tirándose al vacío desde veinticuatro metros de altura. Aquella tarde el pueblo andaba revuelto por la muerte de dos jóvenes. Se especulaban muchas teorías. Tuve la suerte de contactar con la persona que conocía la realidad y pronto supe que se trataba de una historia de amor con final trágico, como la vida misma. Era un 10 de marzo del 2010. Un diario provincial me llamó para ver si, a vuela pluma, podía suministrarles datos de lo ocurrido.
Era media tarde y no disponían de mucho tiempo para que la noticia saliera al día siguiente. Le tuve que aclarar al Redactor que no se trataba de un caso de violencia de género, como se especulaba. Cual fue mi sorpresa -y decepción al mismo tiempo- cuando vi que el periódico no se interesó por el caso. Como lo que realmente vende es la violencia y en especial la de género, la noticia se limitó a una breve descripción de los hechos con las iniciales de los dos jóvenes. Y poco más. Por desgracia, lo que no tiene morbo, crueldad y violencia, queridos amigos, no tiene relevancia. Sencillamente no existe. Al día siguiente pude constatarlo. Hubiera sido portada del periódico de haberse tratado de una muerte violenta -que la chica hubiera resultado apuñalada por su novio y el se quita la vida- en vez de una historia de amor. La telebasura, el morbo y lo superfluo nos han inundado. ¡Así nos va!
Era media tarde y no disponían de mucho tiempo para que la noticia saliera al día siguiente. Le tuve que aclarar al Redactor que no se trataba de un caso de violencia de género, como se especulaba. Cual fue mi sorpresa -y decepción al mismo tiempo- cuando vi que el periódico no se interesó por el caso. Como lo que realmente vende es la violencia y en especial la de género, la noticia se limitó a una breve descripción de los hechos con las iniciales de los dos jóvenes. Y poco más. Por desgracia, lo que no tiene morbo, crueldad y violencia, queridos amigos, no tiene relevancia. Sencillamente no existe. Al día siguiente pude constatarlo. Hubiera sido portada del periódico de haberse tratado de una muerte violenta -que la chica hubiera resultado apuñalada por su novio y el se quita la vida- en vez de una historia de amor. La telebasura, el morbo y lo superfluo nos han inundado. ¡Así nos va!
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