.......Cuando de entre nosotros desaparece alguién
cercano o muy cercano es la peor de las experiencias. Se abre así un gran vacío
que nos arrastra a la incertidumbre y a la sensación de inmensa soledad, y
también te encuentras con preguntas que se
agolpan sin tregua, que no verán la luz de las respuestas. A veces, quizás no
tantas veces, se pierde de entre nosotros un personaje excepcional para la
cultura de un pueblo. En este caso, para la recuperación histórica y la investigación sobre la cultura de Caudete. Un
pueblo que está vinculado a la historia como un árbol a sus raíces. La Historia
nos ha moldeado y nos afecta como a pocos pueblos al oriente de la Península
Ibérica. A la tragedia humana, se une en este momento, una tragedia cultural,
que quizás no muchos sean capaces de reconocer con claridad. Francisco Doménech
Mira ha sido el intelectual más relevante que ha dado Caudete (por ser
descendiente de caudetanos), en las últimas dos décadas. Esta pérdida crea una
inmensidad vacía, que no tiene forma posible de ocuparse. ¿Cuándo se volverá a
dar una figura igual en Caudete? Ante esta pregunta de respuesta imposible,
queda la esperanza de que sus infinitas semillas lleguen a crear nuevas vidas
culturales y de conocimiento donde ahora encontramos un campo semiárido.
Paco, yo tuve la suerte de conocerte.
Este año se cumplirá el vigésimo aniversario de nuestro encuentro, gracias a un
amigo común, Rafael Sáez. Enseguida me di cuenta de que a Caudete se le podría
presentar una oportunidad única. Nuestra colaboración mutua fue muy fructífera.
En el verano de 1995 creamos la Asociación "Amigos de Caudete", de la
cuál tú fuíste nuestro presidente. Este
proyecto estaba destinado a defender, difundir y proteger la Historia, la
Cultura, el Patrimonio Artístico, Arquitectónico y Arqueológico de nuestro
pueblo. Fruto de aquella asociación aparecieron dos importantes publicaciones:
"Los retablos cerámicos de la Villa de Caudete" y "La Venerable
Cofradía del Dulcísimo Nombre de Jesús". La primera fue una obra conjunta
realizada entre Ximo Medina y tú, dentro de la Sección de Estudios de Artesanía
y Tradiciones Populares de la Asociación y que venía a ser un ejemplo claro de
los derroteros de por donde quería discurrir nuestra Asociación. Sin duda este
magnífico libro salvó más de algún retablo cerámico de su desaparición o deterioro
como ha ocurrido en otros pueblos valencianos. Fue una brillante idea regalar
un ejemplar de este libro a los propietarios de cada uno de los retablos
cerámicos, lo que, sin duda, hizo valorar a éstos su tesoro privado y bien
común. Posteriormente, se dio la segunda publicación: "La Venerable
Cofradía del Dulcísimo Nombre de Jesús", en el número uno de los cuadernos
de estudio de tema local.
En la primavera de 1995 elaboramos
conjuntamente un artículo: "Apuntes para la historia medieval del Castillo
de Caudete". Cada uno trabajando en su ámbito específico. Pensamos que su
realización, podría ser de una gran ayuda para la protección del Castillo, ya
que no existían publicaciones sobre este tema. Posteriormente iniciamos
conversaciones con el Exmo. Ayto. de la
Villa de Caudete como miembros de la Asociación Cultural que habíamos creado,
para la protección urgente del Castillo ante los graves desperfectos
ocasionados por las lluvias.
Estos fueron ejemplos de cómo librabas
importantes lizas para la concienciación de tu querido pueblo, con el objeto de
evitar la pérdida del patrimonio, que en este caso concreto se vio recompensado
por varias campañas arqueológicas, con la reconstrucción parcial del Castillo y
su declaración específica como Bien de Interés Cultural.
Aquella asociación nació con
grandísimas ilusiones y murió tras grandes desilusiones frente al muro
constante que encontrábamos a la hora de impulsar los grandes retos que la
animaban. Pero tu ánimo de lucha volvió a retomar el camino trazado, como lo
demostraste con tu libro de investigación: "Catálogo de impresos de la
sección de fondo antiguo del archivo y biblioteca del Convento de San José, O.
Carm., siglos XVI y XVII". Esta obra reconocía nuevamente tu inmensa
valía.
La enorme cantidad de artículos que
dedicaste a la historia y la cultura caudetanas es imposible de reflejar ahora.
Artículos en las revista de Abenzoares y de Fiestas, comunicaciones en
congresos sobre la historia de la provincia o sobre las fiestas de Moros y
Cristianos...
Traspasaste las fronteras autonómicas
con artículos como, por ejemplo, cuando publicaste en la revista Almaig de la comarca
históricamente hermana de la Vall d'Albaida, un importante trabajo de
investigación: "La gestión de las rentas del Real Patrimonio en el siglo
XV. Contribución al estudio de la fiscalidad en una villa de realengo (Caudete,
1423 – 1465)".
Durante dos años de trabajo, en
periodos de vacaciones, acometimos la ingente tarea en el Archivo Parroquial de
Santa Catalina de abordar la posible realización de un libro sobre la historia
de esa parroquia, pero los condicionamientos que marcaron los destinos, nos
hicieron desistir de llevar a cabo tan grandiosa obra. Durante ese periodo
siempre aprendí contigo.
Otro gran proyecto tuyo fue la
realización entre los años 2005 – 2006 de un libro sobre la Bailía de Caudete
en la época foral valenciana. Los desaciertos de algunos, hicieron que nunca te
fuera publicado. Fue otra oportunidad perdida de valorar tu enorme esfuerzo y
valía, que acabó arrinconado en el olvido.
Durante ese tiempo, y ahora también, la
defensa del patrimonio caudetano en todas sus vertientes se demostraba una
tarea casi imposible, y se convertía en algo semejante al Mito de Sísifo,
incansable en su esfuerzo y tenacidad, pero siempre derrotado, por la cegera de
miras hacia los beneficios que podría ofrecer.
Nuestra historia, la historia de
Caudete, que tú supiste mostrar, al igual que hizo con nuestros padres y
abuelos Jesús Sánchez Díaz, es vital para la supervivencia de un pueblo al
igual que su Patrimonio Arquitectónico, Artístico y Cultural. Sí, es muy
importante la cultura que nos llega desde
fuera, pero si desaparece la nuestra, como tú tanto te empeñaste en
defender, ¿qué nos quedará? Nuestros antepasados lucharon por mantenerla y
transmitirla a los suyos en momentos muy duros. Y tú, Paco, seguiste ese mismo
rumbo. ¿Realmente podemos sentir que hemos respetado el legado de los nuestros?
Seguramente, Paco, te dediquen una
calle, como historiador. Ojalá, pueda hacerse realidad y tu madre pueda verlo.
Pero tampoco se les puede olvidar, a aquellos responsables de lo público, que
el mejor homenaje a tu memoria es salvar tu legado. Esos libros que por
diferentes obstáculos nunca salieron a la luz, pudiera ser algo que creo te
gustaría.
Quería llamarte para proponerte una
introducción histórica al Caudete del siglo XVII, en una modesta publicación.
El asunto consistía en un proyecto de exposición pictórica, con obras
originales del siglo XVII en dos mundos contrapuestos, por un lado, las
Provincias Unidas (la actual Holanda) y, por el otro, la Villa Real de Caudete.
No es complicado imaginar, como ambos sabemos, que difícilmente se lleve a
cabo. Esa introducción solo tú podrías haberla hecho, con tu gran conocimiento
de esa centuria.
Te vi por última vez el día 5 de mayo
del 2012, junto a tu querida mujer, en la conferencia: "Recuperando
nuestra historia. Las consecuencias de la batalla de Almansa en el Reino de
Valencia", impartida por Dª Carmen Pérez Aparicio, Catedrática del
Departamento de Historia Moderna de la Universidad de Valencia. En aquel
aniversario, fue imposible convencerte para que nos impartieras una conferencia
sobre las consecuencias específicas en Caudete. Al menos te pude convencer para
que vinieras a la de Carmen. Tu semblante lo decía todo, reflejaba la
satisfacción de disfrutar de la misma y de ver a muchos paisanos tuyos
escuchando una conferencia de la parte de nuestra historia,que más nos cambió
como pueblo.
Estimado amigo, me despido de tí como
les gustaba a los romanos de la Antiguedad dedicar a sus seres queridos en sus
lápidas funerarias: "sit tibi terra levis".
lápidas funerarias: "sit tibi terra levis".
Paco trabajando en el Archivo de Santa Catalina.
Fotografía tomada por Francis el 25 de agosto de 1999
Fotografía tomada por Francis el 25 de agosto de 1999
Sin duda, Francisco Marco, Paco fue una gran persona y sabio conocedor de la historia de Caudete. Está claro que su carácter reservado no le supo hacer justicia en vida. Como buen amigo suyo y compañero de trabajo, así lo puedo atestiguar. Quede una pequeña elegía para él: http://minigrafias.blogspot.com.es/2013/06/zappai-3.html
ResponderEliminarSiempre en el recuerdo, Paco.
Mis ojos de hermano adolecen al despertar sabiéndote ausente. Son estos mismos ojos los que ahora, al leer sendas muestras de cariño por el ilustre caído, enorgullecen y se sonríen, sabiendo cuántos más hermanos atesorabas, nacidos no de sangre, sino del afecto y los sueños compartidos. En pos del amor que todos te profesamos, descansa en paz, hermano, pues el Olvido jamás será tu sino.
ResponderEliminarLa familia de Paco os agradecemos de corazón tan bellas muestras de cariño y tamaño reconocimiento a su labor.
Fernando Domenech Mira