Muere a la edad de 95 años D. Antonio Guilabert Rodríguez, quien fuera 25 años Director de la Banda Municipal de Caudete.

Ayer, a las 11 de la mañana, se celebró en Santa Catalina el sepelio de quien fuera maestro de la Banda de Música de Caudete durante 25 años D. Antonio Guilabert Rodriguez. Sustituyó a Juan Ángel Amorós en el año 1951 y hasta 1975 fue, además de director de la Banda Municipal, el responsable de la enseñanza de todos los músicos. Ha muerto a la edad de 95 años. El 5 de septiembre hubiera cumplido 96 años.

     Al funeral han asistido una treintena de músicos uniformados interpretando marchas fúnebres desde el Tanatorio hasta Santa Catalina. La bandera ha sido portada, según me informa mi compañero y músico Moisés López Martínez, por un músico de la época en que Guilabert era Director. También le ha acompañado una corona floral con el lema “La Unión Musical a su Maestro y Director”, obsequio de todos los músicos.

      Pepe el “Requinto” ha tenido emotivas palabras para D. Antonio al finalizar el funeral, destacando su vida y obra así como el agradecimiento a sus dos familias allí presentes: sus amigos, familiares y vecinos y por otra la “música”, que fue su pasión y por la que se desvivía. Ha dicho que deja inacabada una marcha de procesión llamada “Camino de la Ermita”, pieza musical que ya ha pasado al legado de este insigne maestro para que algún músico caudetano interesado la armonice y pueda ser escuchada.

      La Sociedad Unión Musical Santa Cecilia ha tenido un último gesto hacia Guilabert despidiendo el féretro en el interior del templo bajo los sones de una pieza suya: un vals titulado “Siempre vuele septiembre”, la cual ha finalizado con un caluroso aplauso de todos los asistentes. Muchos no han podido evitar derramar unas lágrimas sabiendo que el maestro estaría disfrutando el momento.

       D. Antonio nació en Elche en el seno de una familia humilde y en 1922, junto con su familia, se instala en Caudete. Entra a formar parte de la Sociedad Musical “La Armonía” como clarinetista. Al irrumpir la guerra es requerido en el Ejército donde gana, por oposición, una plaza de clarinete en la Banda del Regimiento del Frente de Aragón. Durante esta instancia sigue estudiando música y, finalizada la guerra, es destinado a Aranjuez donde estudia piano, dirección de banda y armonía.

         Destacar las innumerables copias de partituras que realizó, teniendo en cuenta que entonces no existían fotocopiadoras, siendo muy valoradas éstas por los músicos por la claridad en la grafía. Compuso las siguientes obras musicales: el pasodoble “Aranjuez y Caudete” (1940), la marcha de procesión “Amigos de la Cruz” y el Vals “Siempre vuelve septiembre” (1990). También reconstruyó las piezas musicales que se interpretan en las tradiciones musicales de Caudete. 

       Recuerdo a D. Antonio como un hombre afable, atento, muy buena persona, además de por su faceta comercial: siendo niño mi madre me compraba el calzado en la tienda que D. Antonio tenía enfrente de la Casa de la Cultura. Descanse en paz.

Joaquín Medina Íñiguez