Un voto coherente, 'a favor del cambio, en conciencia y por el bien de Caudete

       La expectación era muy grande. Después de constituir la mesa de edad llegaba el momento de la verdad. Este concejal tenía la responsabilidad de decidir quién iba a ser Alcalde los próximos cuatro años. No me tembló el pulso cuando escribí el nombre en el papel: José Miguel Mollá Nieto. Unos días antes, todos los afiliados y simpatizantes ¡¡por unanimidad!! habían manifestado su deseo, que no era otro que lo que habíamos defendido en la Campaña: votar a favor de un cambio político.

        Por lo tanto, el sábado este concejal llevaba al Pleno la voluntad de todos los afiliados y simpatizantes. Algunos se han empeñado en verlo al contrario. Cuando decidimos que nuestro voto debía ser coherente y en conciencia con lo que habíamos defendido en la Campaña Electoral, desde Madrid nos avisaron: disciplina o expulsión. Todos asumimos que no había vuelta atrás.

        No había color: o bien optar entre la disciplina de un partido que decide en Madrid sin tener en cuenta la voluntad de sus afiliados y simpatizantes y que había aplicado la democracia real teniendo en cuenta la opinión de sus bases, o bien ser coherentes con lo que habíamos defendido por los barrios de nuestro pueblo.

         Repito: por unanimidad de todos los que habíamos participado en la Campaña se optó por la coherencia. Y no somos nosotros solos los que hemos actuado con este criterio: en Montesclaros (Toledo) y en Aldeamayor de San Martí (Valladolid) también han optado por cumplir la promesa que en los tres pueblos hemos hecho en Campaña: regeneración, transparencia, limitación de mandatos, no a la profesionalización de los políticos….

         Por lo tanto, cuando fuimos al Pleno de Investidura, ya habíamos mandado a Madrid la solicitud de baja de todos los afiliados. La coherencia se imponía a una disciplina incoherente. En ningún momento Madrid se prestó a analizar las particularidades y nuestras razones. ¿Quién habría entendido mi abstención para aupar a la alcaldía a un candidato que lleva cuatro legislaturas gobernando con prepotencia, derroche (en el Ayuntamiento no ha dejado más que deudas) y ha realizado una Campaña que voy a calificar, siendo muy benévolo, de “frívola y políticamente incorrecta”?

        Una vez José Miguel Mollá resultó elegido Alcalde, recibió la vara de mando de parte del Secretario (el Reglamento dice que se la tenía que haber entregado yo) y procedió a dar las insignias a cada concejal. Vicente empezaba la Legislatura rehusando que el nuevo Alcalde se la colocara en la solapa. A continuación, Mollá dió la palabra a los portavoces. Fui el primero en intervenir. Les voy a transcribir mi escueta intervención:

Este concejal y su grupo tenían dos opciones:

1.-Seguir las directrices del partido.

2.-O ser coherentes con lo que habíamos dicho en la Campaña Electoral y votar a favor de un cambio y de otro estilo de gobernar. La decisión... no era fácil para nosotros. Era mucha la responsabilidad.

        Por coherencia con lo que hemos defendido, esta mañana le hemos otorgado el voto a José Miguel Mollá Nieto. Son tiempos difíciles los que se avecinan y sabemos que el futuro no va a ser un camino de rosas y que todos tendremos que arrimar el hombro para salir de esta crisis.

       Muchos somos lo que esperamos que José Miguel nos nos defraude, que gobierne con mesura y acierto... ¡¡¡y para todos!!!. Que trabaje, junto con su equipo, en mejorar las condiciones de vida de los caudetanos anteponiendo siempre los intereses del municipio a los de su partido. Si así lo hace se ganará nuestra admiración, confianza y respeto y, no le quepa la menor duda, la de todos los caudetanos. Mollá, voy a acabar con un dicho taurino: suerte, vista y al toro.

         A continuación tomó la palabra el ex alcalde. No estuvo a la altura de las circunstancias al descalificar a Mollá y a este concejal anunciando un oscuro pacto que, les puedo asegurar, no existe, salvo el de trabajar por la defensa de los intereses de Caudete, porque para eso he dado este paso, junto con mi grupo, sin abandonar el espíritu crítico que cualquier gobernante necesita a su lado, lejos de adulaciones y peloteo innecesario. Se le olvidó al ex alcalde que hace 20 años, también él accedió a la alcaldía sin ser la lista más votada.

         Mollá, en su primera intervención, anunciaba que va a pedir un préstamo para pagar a los proveedores. También fue generoso al ofrecer participación en el gobierno a los socialistas.

          Voy a acabar como he empezado, dejando claro que “nuestro voto ha sido a favor del cambio político, por la regeneración, en contra de la profesionalización de los políticos, en conciencia y por el bien del pueblo”. Lamentamos que la dirección de Madrid no haya tenido en cuenta que cada pueblo tiene sus particularidades.

         Por encima de la disciplina están las personas, las circunstancias y lo que se le ha dicho a tu vecino para que te vote. Lo más esperpéntico de todo esto es que, si éramos disciplinados y nos absteníamos en la votación del Pleno de Investidura, estaba bien visto ir pensando en preparar una Moción de Censura...

Un partido poco serio.

Joaquín Medina Íñiguez