Estaréis conmigo, benditos lectores de este
acogedor blog, que casi siempre que se habla de superioridad moral de la
izquierda se hace con ánimo denigratorio, aunque una cosa es la superioridad de
ciertas ideas y otra bien distinta las personas que las adoptan. Al liberal y
al conservador el izquierdista les parece un petulante con sus aires altaneros.
Las ideas de las izquierdas son superiores a las de derecha, paradójicamente,
causan muchas de las limitaciones e insuficiencias en su pensamiento,
precisamente porque beben de principios morales más potentes; ello es debido a
que la derecha, que se tiene que mover en los estrechos límites de la realidad
y no concibe una sociedad radicalmente distinta del statu quo debido a su apego al orden y autoridad, se ve obligada a
hacer concesiones importantes en materia de justicia.
Es tal el moralismo de la izquierda radical
que en situaciones extremas estará dispuesta a pasar por encima de cualquier
obstáculo que se interponga en su camino, incluyendo la eliminación del enemigo
y del disidente.
Los
desacuerdos ideológicos entre los dos bloques surgen a raíz de la
incompatibilidad que existe en los valores morales que subyacen a las
preferencias políticas, alcanzando incluso a la manera en que percibimos la realidad;
hasta tal punto es así que personas muy ideologizadas con valores opuestos
parecen vivir en mundos paralelos. Pero es que, incluso cuando nos tomamos la
molestia de leer lo que se escribe desde la trinchera opuesta, nos sirve para
reafirmarnos sobre lo errados que están los que piensan de manera diferente.
¿Cómo se
podían gestionar estas diferencias tan persistentes? No se trataría, como en
una negociación, de encontrar un punto medio, un compromiso en el que las
partes sientan que sus intereses quedan más o menos atendidos, sino de
reconocer la parcialidad del punto de vista con el que se llegó al debate;
según esta teoría, una vez que las condiciones del diálogo fuercen la toma en
consideración imparcial del asunto debatido, las personas alcanzarán una
posición que, por la fuerza misma de la racionalidad, obligará a todos a
reconocer como aceptable.
¿Por qué
alguien de izquierdas tiene que estar a favor del aborto y de impuestos
progresivos y, en cambio, una de derechas en contra de ambas cosas? ¿Qué tiene
que ver el aborto con los impuestos? Sin más rodeos, si la ideología conecta
asuntos en principios heterogéneos, es porque produce algún tipo de beneficio a
las personas ideologizadas; esa ideología no sería sino una traducción
intelectual de los beneficios mutuos que se obtienen gracias a la integración
en una coalición de intereses.
Si una
persona sin recursos y sin haber disfrutado de oportunidades para formarse se
ve obligado a aceptar un trabajo denigrante y mal pagado, lo hará libremente en
el sentido negativo, ya que nadie ha interferido en su decisión de aceptar el
trabajo en cuestión. Sin embargo, desde el punto de vista de la izquierda, la
decisión no es enteramente libre, pues la persona es víctima de una dominación
económica al no tener posibilidad real de encontrar un trabajo más digno. Lo
que para algunos es parte natural de las cosas, o simple fruto del azar, o
consecuencia del ejercicio de la libertad personal, para otros resulta
moralmente inaceptable.
La ideología
de izquierdas se basa en un sentido fuerte de la empatía (y débil de la
responsabilidad individual) que obliga a plantear preguntas sobre las medidas
que sería necesario tomar para corregir las injusticias. La ideología de
derechas se basa en un sentido fuerte de la responsabilidad individual (y débil
de la empatía). Para la derecha, el orden y la autoridad son más importantes
que la justicia social.
La derecha tiene una moral más compleja
y diversa que la izquierda. Esta se inspira en dos valores: la lucha por la
libertad frente a la opresión y el intento de evitar que las personas sufran.
Aquella, por su parte, combina estos dos valores con otros tres: la lealtad
frente a la traición, la autoridad frente a la subversión y la santidad frente
a la degradación.
Mientras que los conceptos de lealtad y autoridad son
transparentes, la presencia de la “santidad” puede resultar más chocante: con
ello se refiere a la creencia de que ciertos valores son inviolables o
intocables (la vida del feto, la patria, la bandera, el feto, etcétera).
Que las ideas
del izquierdista sean moralmente superiores, no es óbice para se hayan cometido
toda clase de crímenes y atrocidades en nombre de la izquierda, como no podía
ser de otra manera, hay personas que no actúan de forma íntegra, de acuerdo con
los valores que dicen abrazar produciéndose una contradicción entre los valores
teóricos y las acciones prácticas.
En lo que se
refiere a la relación contractual entre empresario y trabajador. El conservador
no se plantea mayores interrogantes acerca de la relación entre empresario y
trabajador, que entiende como parte del orden natural de las cosas. En las
sociedades capitalistas siempre ha habido una división entre quienes poseen el
capital y quienes ofrecen su fuerza de trabajo.
Que los trabajadores consigan peores o mejores condiciones salariales
depende en todo caso de las circunstancias económicas, no es responsabilidad de
nadie y por tanto no debería ser objeto de intervención política. El liberal,
por su parte, considera que cualquier transacción voluntaria entre las partes
es moralmente legítima y por tanto nada puede objetarse a los contratos que
firman empresarios y trabajadores sean cuales sean las circunstancias económicas.
En cambio, el izquierdista alega que el trabajador puede verse forzado a vender
su fuerza de trabajo por necesidad. Si el empresario se aprovecha de ello, se
produce una relación de explotación económica que perjudica al trabajador. La
explotación supone una injusticia que debe corregirse. En última instancia, el
origen de la injusticia radica en la existencia de la propiedad privada y su
desigual distribución: aquellos desprovistos de capital, que no cuentan sino
con su fuerza de trabajo. Se enfrentan a la coacción económica de quienes sí lo
poseen.
Lo que
resulta característico de la izquierda es que se observen tantos casos de
ruptura por desavenencias ideológicas. El mecanismo explicativo es bastante sencillo:
cuanto más fuerte y exigente sea la concepción de la justicia que se defiende
en política, mayores son los costes de una desviación con respecto al punto
ideal de cada uno.
Aunque en la izquierda se registran múltiples modulaciones
ideológicas, cada una de ellas se reclama como la izquierda verdadera.
Observadas desde fuera, las trifulcas ideológicas en el seno de la izquierda
resultan incluso divertidas. Hay incluso célebres chistes: “¿Qué es un
trotskista? Un partido. ¿Qué son dos trotskistas? Un partido y una corriente.
¿Qué son tres trotskistas? Un partido, una corriente y una escisión”.
POSDATA. - El
presente escrito está basado en una síntesis de las investigaciones y criterios
del profesor titular de Ciencia Política de la Universidad Carlos III de
Madrid, el señor Sánchez-Cuenca, don Ignacio.
Es en la
primavera de 1970 cuando la canción “20 de marc” (20 de marzo) Serrat edita la
canción en el disco “Serrat 4”. Con los ojos emocionados de un niño al que cada
imagen es única describe una primavera milagrosa, llena de prodigios y con la
evidencia y el colorido de los pájaros, de las abejas y de las amapolas.
Venía silbando , como un niño
Tenía llenas de pájaros las manos
Y cielo arriba
Los iba esparciendo
Le rodeaban las abejas
Llevaba un sombrero de amapolas
Y en la bandolera
Me traía la primavera
El veinte de marzo
Me habría gustado estar despierto
O haber dejado los balcones abiertos
Y en mi sueño
Intuir como ...
Tejas y ramas se llenan de nidos
Y la piedra seca vuelve a mojarse en el río
Y el grito agudo
De una perdiz
Y del conejo la mirada
Y oler la madrugada
Que en la bandolera
Nos llevó la primavera
El veinte de marzo
Me habría gustado estar despierto
Yacer sobre una piedra como un lagarto
De barriga al sol
Y con una flauta
Y haber salido a recibirle como se merece
Y adornar con flores de papel los portales
Como si fuera tiempo
De carnaval
Pero aquella mañana yo dormía
Tranquilo , porque no sabía
Que en la bandolera
Me traía la primavera
El veinte de marzo
La izquierda tanto la moderada, como la extremista, LA GRAN MENTIRA DE NUESTRA HISTORIA o podíamos escribir la gran mentira de sus DIRIGENTES, los cuales llevan en su ADN., el siguiente refrán y que les viene como anillo al dedillo,.
ResponderEliminarHAZ LO QUE YO TE DIGA, PERO POR FAVOR NO LO QUE YO HAGA.
Otra celebre frase, EL SOCIALISMO SE ACABA, CUANDO SE ACABA EL DINERO DE LOS DEMÁS.
Pero sigamos confiando en ellos, que el dinero publico no es de nadie.
Razón no te falta.
EliminarLa derecha como siempre ........
EliminarUna fiscal de derechas digo en un juicio ( caso nos ) que el eslogan de hacienda ;" hacienda somos todos " , era una forma de hablar .
Hasta ahora las cuentas en paraísos fiscales descubiertas por la policía tienen nombres de derechas .
Pero los malos los otros 👏👏👏
La gran mentira de sus dirigentes.No hay más que ver que no viven de acuerdo a su ideologia
EliminarLo que mas me gusta de éstos días post-elecciones es ver cómo la gente cree que el partido al que vota o pertenece es el único y verdadero y se dedica a criticar, insultar y menospreciar las creencias/ideologias/opiniones/votos de otras personas, así como si sólo ellos fueran los poseedores de la única y verdadera ideología correcta y verdadera.
ResponderEliminarQue tristeza me produce ver que, a pesar de que han sido las primeras elecciones en las que he votado, una vez mas ha quedado demostrado vía facebook, twitter y demás redes sociales, que el conocimiento no siempre lo concede la edad y la experiencia. Estoy harta de ver a "adultos" que no conozco pero sí a sus hijos (cuestiones generacionales, supongo) insultarse automáticamente unos a otros porque no ha salido el resultado que ellos esperaban o el que les hubiera gustado.... Señores: madurez.
Tampoco ha salido lo que yo voté y no por eso me dedico a insultar a los millones de personas que votaron distinto a mí e hicieron que los resultados no fueran los que yo esperaba, simplemente respeto. Porque en eso consiste el juego de la democracia.
Cuando TODOS y digo TODOS, entendamos que ni el partido al que votamos es el mejor, el correcto y el que van a hacer de éste pais el país de la piruleta, ni los demás partidos son satanás que sólo vienen a traer el mal, igual avanzamos como sociedad.
Los partidos no traen la Guerra Civil (cómo me he cansado de leer en comentarios después de la victoria del PSOE), la Guerra Civil la trae la intolerancia hacía lo distinto a nosotros y el no aceptar las reglas del juego que supone la Democracia. Si yo, con 18 años recién cumplidos he podido entenderlo y respetar al que piensa/cree y vota distinto a mí, no creo que a todo esos que se hacen llamar "adultos" les cueste trabajo hacerlo.
Anónimo29 de abril de 2019, 17:46
EliminarLO que escribes que hay personal que no acepta los resultados, POR FAVOR PREGUNTÁSELO A LOS GANADORES EN ANDALUCÍA, que les ocurrieron cuando el personal voto y no salio lo que ellos querían.
Anónimo29 de abril de 2019, 7:40
La derecha o sus miembros, ALGUNOS SON TAN CORRUPTOS COMO LOS DE LA IZQUIERDA O MAS BIEN LOS SOCIALISTAS, ya que los otros no han tenido todavía oportunidad de ROBAR,
Pero te digo igual que al otro, PREGUNTALE A LOS ANDALUCES DONDE ESTA SU DINERO, el cual se lo han gastado en PUTAS Y DROGAS y esto no es un invento, pero si hoy has VISTO O OÍDO las noticias, por supuesto en medios serios y no los vendidos a sus amos políticos, te habras enterado de la clientela, enchufados y demás que tenia la junta de Susanita en esa comunidad, por cierto donde el paro es MUY ALTO y mucho, pero como esto ha sido el cortijo de los socialistas durante muchos años, no ha ocurrido nada y mucha gente ha tragado, pero su dinero se esfumaba a los bolsillos de unos cuantos o tanto como 9000 funcionarios sin declarar.
Por favor no deis la cara ni por la derecha o la izquierda, ya que de ambos los nos han robado.
Tienes toda la razón hay gente que no ve más halla aunque le pongan gafas y a lo mejor no a ido ni a votar
ResponderEliminarBravo, mejor explicado ya no se puede hacer y sin insultar ni nada perecido, ES LA PURA HISTORIA DE NUESTRO PAÍS.
ResponderEliminarComo bien comento Margaret Thatcher, EL SOCIALISMO DEJA DE FUNCIONAR, CUANDO SE ACABA EL DINERO AJENO.
Y hay otro, EL SOCIALISMO ES LA FILOSOFÍA DEL FRACASO, EL CREDO DE LA IGNORANCIA Y PREDICA DE LA ENVIDIA.
SU VIRTUD INHERENTE : ES LA DESTRUCCIÓN IGUALITARIA DE LA MISERIA.
Y el poder hay un tonto, porque ha sido elegido.
VOX