Hay fotografías que valen más que mil palabras. Las que ustedes pueden observar debajo del escrito, son un claro ejemplo de este viejo adagio. La historia es la siguiente. Va para dos años que se puso en marcha la nueva Depuradora Municipal. En la vieja, ¡que no se ha clausurado todavía!, sus vertidos estancados suponen un potencial peligro para la salud de todos los caudetanos.
Esta depuradora, financiada por la Junta con un coste de 110 millones de las antiguas pesetas, se acabó de construir el año 1991, gobernando D. Vicente Lillo. Recuerdo que su amigo D. José Bono, ¡con lo que a este hombre le gustaba cortar cintas y correr cortinillas!, no vino a inaugurarla, siendo la obra más importante que se realizó en aquella Legislatura …..¡por los fuertes olores que despedían sus famosos biodiscos!. Esta instalación, que nunca gozó de buena salud, vino al mundo con dificultades técnicas y problemas y, en su lenta agonía, esta yéndose “al otro barrio” dejándonos serios problemas ….¡todavía sin resolver!
Casi 2 años después de no utilizarse por la inauguración de la nueva, una de sus tres balsas de lagunaje todavía está llena de vertidos en mal estado, al igual que ocurre con el tanque de decantación. ¡Ya sé que esto no da votos! y que construir rotondas rematadas con pilares y plantar césped artificial es más rentable para el “partido”. En este caso, no todo lo que es rentable para el partido es saludable para el pueblo.
En una reunión de la Agenda 21, el concejal de Medio Ambiente, Pascual Amorós, dijo que la instalación no se había desmantelado ni clausurado “porque andaban buscando financiación”. Tal vez Pascual no tenga ya el peso político que tenía para haber insistido y convencido a sus compañeros de viaje que la clausura de esta instalación “era y es prioritaria” y que no es conveniente “ir retrasando su clausura” hasta que se encuentre financiación en la Diputación, Toledo, Madrid o Bruselas. Tenía que haberlos convencido de que era más prioritario, ¡por cuestiones de salud pública! que, por ejemplo, una rotonda o césped artificial. ¡O tal vez lo intentó!.... y no tuvo éxito. ¡Vaya usted a saber!
Gobernar es tomar decisiones y tomar decisiones no es difícil si priman los intereses generales a la “rentabilidad electoral del partido”. Esta vieja depuradora no se ve tanto como se ve la rotonda o como se verá el césped artificial del campo de futbol. Quiero decir que en uno de los dos Planes E podía haberse clausurado perfectamente. Hay industrias cerca, una de alimentación, que no se ven “nada beneficiadas” por esta situación de abandono.
Cuando nos otorgaron el premio “Ciudad Sostenible” apunté que obedecía más a “agradecimiento político” que a “la buena gestión sostenible y medioambiental de un político”. No haber clausurado, a estas alturas del curso, esta instalación y no “reutilizar los vertidos” de la nueva depuradora (más de 800.000 m3/año) para uso agrícola después de habernos gastado 4,5 millones de euros en su construcción, es un claro ejemplo de escasa sostenibilidad y de poca sensibilidad ante “una situación de potencial riesgo para la salud pública”.
Gastarnos dinero en urbanizar la calle Virgen de Gracia, San Antonio Abad, San Francisco, San Juan, las Moreras o Juan Arellano y no hacerlas accesibles eliminando barreras arquitectónicas, tampoco habla a favor de ser merecedores de un término que, por su “modernez”, pocos saben realmente qué quiere decir: “sostenibilidad”.
Esta es mi modesta opinión respecto de las prioridades para gastar dinero público. Estoy dispuesto a corregir mi teoría si alguien aporta argumentos de peso que confirmen que el orden de prioridades que los socialistas están aplicando en el “control” de nuestros impuestos …..¡es el correcto!.
Joaquín Medina Íñiguez
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