Ayer, ¡por fin!, se reunían en el despacho de la Alcaldía Antonio Selva, Director del Instituto de Estudios Albacetenses, el concejal socialista Enrique Pagan en representación de la Diputación Provincial y Mª Concepción Vinader Requena la impulsora de la Beca de Investigación en los ámbitos de Historia y Geografía sobre estudios de Caudete que lleva el nombre de su difunto marido: "Francisco Domenech Mira".
En esta primera Edición, los dos premiados son Francisco Gaspar Marco Sastre, Profesor de Geografía e Historia en la especialidad de Arqueología y Joaquin Mollá Francés, Licenciado en Derecho y un estudioso y apasionado amante de la Historia Local, dos intimos amigos del Filólogo y Licenciado en Geografía e Historia Francisco Domenech Mira.
El título del trabajo que desarrollará Francisco Gaspar Marco Sastre es "El desaparecido Retablo de la Virgen del Rosario de Caudete del Taller de los Cabanes. Crónica de un viaje en el tiempo de Caudete a Colonia y su hallazgo". El de Joaquin Mollá lleva por título "Francisco Albalat Navajas, Conde de San Carlos",
El Alcalde agradeció "el empeño que ha tenido Conchi para haber sacado este proyecto tan importante hacía delante". Por su parte, Concha Vinader dijo que "Caudete tienen un Patrimonio muy rico pero lo tenemos olvidado y muchas veces desconocemos sus raíces, orígenes y su pasado. Contacté con la Asociación de Amigos de la Historia Caudetana, el Ayuntamiento, la Diputación, la Biblioteca, empresas locales. Todos me han tratado generosamente.....
...Es una cosa muy grande que el Instituto de Estudios Albacetenses publique estos dos trabajos que hoy premiamos y me consta que van a hacer un gran esfuerzo para que salgan adelante. Se presentaron seis proyectos y fue muy difícil la selección.
Por su parte, Antonio Selva, el Director del Instituto de Estudios Albacetenses, Organismo Autónomo de la Diputación y perteneciente indirectamente al Centro de Investigaciones Sociológicas, dijo "que se exigen unas normas mínimas de calidad que a su vez prestigian al premiado. Cuando al Presidente de la Diputación le llegó este proyecto delegó en el Instituto....
...Mi propuesta fue realizar un esfuerzo y publicar los dos proyectos que son de mucha calidad como la figura de D. Paco Albalat que se lo merece. El otro también es interesante como es un Retablo desaparecido en 1909 que posiblemente fue vendido por la Iglesia para recabar fondos. Tenemos una gran riqueza cultural y el Instituto está para atender a todos los pueblos de la provincia"
A continuación tomaron la palabra los premiados. Francisco Gaspar Marco Sastre es una de esas personas apasionadas y absesionadas por proteger el Patrimonio de Caudete. "Es un milagro que tengamos un Retablo que bien podría estar expuesto en el Museo del Prado por su calidad y enormes proporciones que ha aparecido en Colonia (Alemania) y que ojalá vuelva al sitio donde se encargó y pueda ser contemplado en Caudete y por toda la provincia"
Joaquin Mollá, otro enamorado de la historia de su pueblo, le dio la gracias a Conchi y a Antonio. A Conchi le dijo "...tuviste buena idea en crear esta Beca de Estudio de la Historia local y esperamos que sea el principio ya que en Caudete tenemos un Patrimonio muy grande poco conocido y proyectos como este van a permitirnos darlo a conocer. Es de agradecer que la Diputación y el Instituto de Estudios Albacetenses se unan en este proyecto.
El siguiente en tomar la palabra fue el Diputado Provincial y Concejal socialista Enrique Pagan. "...Agradezco la invitación a este acto que va a servir para poner en valor nuestra Cultura. Hoy es momento para sentirnos contentos de que este proyecto vaya adelante. Conchi ha realizado un gran trabajo que nos permite estar hoy aquí celebrándolo".
El acto se clausuró por parte del Alcalde con la entrega de sendas Ciervas de Caudete a los dos premiados. De los seis proyectos que se presentaron estos son los otros cuatro títulos restantes y el nombre de los autores que se han quedado fuera:
"De Aviones y refugios antiaéreos: Aeródromo militar "La Coronela" y la defensa pasiva de Caudete 1936-1939", por el villenero José Vicente Arnedo Lázaro que trabaja en Crisnova y Juan Arráez Cerdá, de Biar. Quiso ser piloto y tiene varios libros escritos sobre Aviación.
. "Caudete entre dos coronas; la corona de Aragón y la de Castilla", de la periodista caudetana Claudia Conejero Conejero.
-"Caudete y el síndrome de Estocolmo" de Carlos Jonathan Serrano Requena, hijo del poeta Pepe Amurrio.
"La Cultura Funeraria en la Villa de Caudete, Siglos XVI-XX, características y Arquitectura", de Moisés López Martínez, Arquitecto Técnico de Profesión y actual Concejal de Urbanismo y Medio Ambiente.
El 13 de junio, festividad de San Antonio de Padua, fallecía en Elda Francisco José Doménech Mira. Tenía 53 años y un montón de ganas de vivir. Nos dejó de improviso, sin avisar y cuando todos creíamos superados sus problemas de salud.
La noticia impactó mucho entre quienes tuvieron la gran suerte de conocerlo, trabajar con él o ser sus alumnos. Francisco Doménech, Paco, será recordado por muchas cosas y cada una será verdadera porque era de esos hombres que sorprendía por las muchas facetas de su vida, pese a su timidez inicial. Pero si hay algo que lo distinguió, además de su trato humano, fue su gran pasión por la Historia y sus magníficos trabajos para descubrirla.
Durante su corta vida ha descubierto muchos datos que
permanecían ignorados y su temprana muerte nos impedirá conocer otros tantos pero, sobre todo, nos ha privado de un gran hombre. También ha colaboró con el El Programa de Fiestas de Moros y Cristianos durante muchos años. Sus trabajos siempre han sido fascinantes por lo bien fundados que los presentaba.
Formó parte de la Comisión para la declaración de los Episodios Caudetanos como Bien de Interés Cultural, y era un miembro muy importante. A él se debe la parte histórica de la misma y también estaba preparando la edición Crítica de El Lucero de Caudete, que dejó casi ultimada.
Y es que Paco era así, generoso con sus conocimientos y no dudaba en compartirlos, bien desde el aula de Historia local de la Universidad Popular, bien colaborando con otros en la autoría de libros, en las conferencias y charlas que realizó o simplemente hablando donde siempre aportaba algún dato o idea para mejorar el tema tratado....
El desaparecido Retablo de la Virgen del Rosario de Caudete del Taller de los Cabanes. Crónica de un viaje en el tiempo de Caudete a Colonia y su hallazgo. Este es un breve resumen que me ha proporcionado Francisco Gaspar Marco Sastre para su conocimiento....
El desaparecido Retablo de la Virgen del Rosario de Caudete del Taller de los Cabanes. Crónica de un viaje en el tiempo de Caudete a Colonia y su hallazgo. Este es un breve resumen que me ha proporcionado Francisco Gaspar Marco Sastre para su conocimiento....
El Retablo de La Virgen del Rosario de Caudete es el retablo de pintura antigua enmarcado entre dos momentos artísticos: la época gótica y los inicios del Renacimiento (El llamado Renacimiento Temprano), más importante de la provincia de Albacete que se haya podido conservado en la actualidad, y además es uno de los dos retablos más importantes que se han hecho en la antigua Villa Real en Caudete.
En primer lugar, por sus grandes dimensiones más de 4 metros de altura y de una anchura de casi 2 metros y medio, al igual que el Retablo de Santa Catalina de Joan Reixach de mediados del siglo XV. En segundo lugar, por la importancia de sus autores, los Cabanes, a quienes se encargaron esta obra confeccionado en el siglo posterior.
El retablo objeto de esta presentación fue encargado y realizado para la Ermita del Rosario de Caudete. Es una obra que atribuimos al taller valenciano de los Cabanes y, en concreto, al Maestro Pere Cabanes I, activo en Valencia entre 1472 y 1538, posiblemente también denominado Maestro de Artés o de Borbotó. Se trataría de un retablo valenciano del primer tercio del siglo XVI.
Restos de la Ermita del Rosario
El otro retablo que consideramos de gran relevancia para Caudete es de mediados del siglo XV (1453). Se trata del retablo mayor dedicado a Santa Catalina de la Iglesia Parroquial del mismo nombre, obra del importante pintor valenciano Joan Reixach (¿Valencia?, ca. 1411-ca. 1486).
Mientras permaneció en Caudete, este retablo estuvo situado en dos lugares muy próximos, primero en la citada Ermita de la Virgen del Rosario, el espacio para el cuál fue concebido. Este lugar de características muy especiales a ser un lugar de gran importancia religiosa y de comunicaciones en la antigüedad (épocas Ibérica y Romana).
Con restos escultóricos ibéricos muy sobresalientes de un cérvido y de la cabeza de un bóvido pertenecientes a una necrópolis ibérica y en segundo lugar, en el Palacio de los Obispos de Orihuela. El Retablo abandonó Caudete fruto de una venta, que realizó la Comunidad de los P.P. Agustinos de Caudete, que dirigían una Residencia-Sanatorio.
La venta definitiva se realizó a través de la casa de subastas, situada la ciudad de Colonia, en el año 1909. Su destino final fue la Basílica románica de Konibert, a menos de un kilómetro de la imponente Catedral de Colonia.
El Retablo se compone de catorce tablas pequeñas, una tabla mediana (el ático) desaparecida y una tabla grande central. Cinco de las tablas pequeñas forman parte de la predela.
El retablo sobrevivió a diferentes avatares históricos en los dos países. En Caudete (España), a las Guerras de “Les Germanies” (las Germanias de Valencia), a la Guerra de Sucesión (al día siguiente de la Batalla Almansa, el día 26 de abril de 1707, hubo una batalla posterior, consecuencia de la primera, muy cerca de donde se encontraba el retablo) y a la Guerra de Independencia.
Finalmente, el que hubiera sido el momento histórico más delicado para su supervivencia se produjo en el año 1936, cuando afortunadamente este retablo ya no se encontraba en Caudete desde hacía más de una década y media. Efectivamente, pudo haber sido destruido con toda probabilidad si se hubiera encontrado en el Palacio de los Obispos de Orihuela durante los dos episodios de intolerancia religiosa acaecidos en 1936, cuando se produjeron ataques de índole iconoclasta.
El primero ocurrió durante el último gobierno democrático de la II República (el 17 de marzo) y el segundo, en los inicios de la Guerra Civil (el 22 de de julio).
Este Retablo sería la única muestra de los retablos que se encargaron originariamente en esa Villa que ha llegado a nuestros días casi conservado en su totalidad, junto con el retablo de San Cosme y San Damián del pintor valenciano Vicente Requena del último cuarto del siglo siglo XVI, que sufrió desperfectos por las altas temperaturas que se dieron en el incendio de Santa Catalina, pero que sobrevivió al mismo, y ahora se encuentra en paradero desconocido.
Fachada principal del Palacio.
En la ciudad de Colonia, en Alemania, donde se ubicó el retablo desde 1909, sobrevivió a la Primera y a la Segunda Guerra Mundial, especialmente a esta última, puesto que los bombardeos aliados fueron altamente destructivos desde mayo de 1942, sobretodo, hasta prácticamente el final de la guerra. La zona más castigada fue el casco antiguo de la ciudad, donde casi dos terceras partes quedaron arrasadas.
El expolio y la destrucción, ha sido una constante en la historia del patrimonio caudetano. Desde los saqueos producidos durante las guerras de Sucesión e Independencia, hasta la desamortización y su influencia nefasta en cuanto a abandonos de edificios y pérdidas de todo tipo de Patrimonio pasando, por último, por el periodo entre finales del primer tercio y principios del segundo del siglo XX, momento en el que se produjeron episodios de violencia anticlerical, como la destrucción de prácticamente todos los retablos de las iglesias y ermitas de Caudete, entre el 17 de marzo y el 22 de julio del año 1936.
La última fase del expolio se produjo desde la posguerra franquista hasta casi nuestros días. Las próximas víctimas podrán ser, por ejemplo: La magnífica Villa Isabel de arquitectura modernista o la Torre islámica de Bogarra y del Palacio de Los Obispos de Orihuela que fue el último lugar que permaneció en tierras caudetanas el retablo de la Virgen del Rosario.
Un Retablo con muy buena estrella, sobrevivió a 5 guerras y luego encontró un especial ángel de la guarda en el restaurador alemán (Herr) Ruben Meyer que fue su último y definitivo salvador, al acometer su restauración, como un compromiso particular en su esmerado y minucioso trabajo de restauración, durante casi una década con un proyecto técnico muy loable, a él le debemos su salvación última.
Estoy muy satisfecho de poder compartir "Ex aequo" este premio de la beca de investigación histórica Francisco José Doménech Mira con mi estimado compañero D. Joaquín Mollá Francés al que me unen tantas cosas por Caudete.
Por último quiero hacer un recordatorio a mi difunto amigo D. Francisco Doménech Mira y a su viuda Doña Concepción Vinader Requena sin los cuáles estos 2 trabajos de investigación no hubieran sido posibles.
En primer lugar, por sus grandes dimensiones más de 4 metros de altura y de una anchura de casi 2 metros y medio, al igual que el Retablo de Santa Catalina de Joan Reixach de mediados del siglo XV. En segundo lugar, por la importancia de sus autores, los Cabanes, a quienes se encargaron esta obra confeccionado en el siglo posterior.
El retablo objeto de esta presentación fue encargado y realizado para la Ermita del Rosario de Caudete. Es una obra que atribuimos al taller valenciano de los Cabanes y, en concreto, al Maestro Pere Cabanes I, activo en Valencia entre 1472 y 1538, posiblemente también denominado Maestro de Artés o de Borbotó. Se trataría de un retablo valenciano del primer tercio del siglo XVI.
Restos de la Ermita del Rosario
El otro retablo que consideramos de gran relevancia para Caudete es de mediados del siglo XV (1453). Se trata del retablo mayor dedicado a Santa Catalina de la Iglesia Parroquial del mismo nombre, obra del importante pintor valenciano Joan Reixach (¿Valencia?, ca. 1411-ca. 1486).
Mientras permaneció en Caudete, este retablo estuvo situado en dos lugares muy próximos, primero en la citada Ermita de la Virgen del Rosario, el espacio para el cuál fue concebido. Este lugar de características muy especiales a ser un lugar de gran importancia religiosa y de comunicaciones en la antigüedad (épocas Ibérica y Romana).
Con restos escultóricos ibéricos muy sobresalientes de un cérvido y de la cabeza de un bóvido pertenecientes a una necrópolis ibérica y en segundo lugar, en el Palacio de los Obispos de Orihuela. El Retablo abandonó Caudete fruto de una venta, que realizó la Comunidad de los P.P. Agustinos de Caudete, que dirigían una Residencia-Sanatorio.
La venta definitiva se realizó a través de la casa de subastas, situada la ciudad de Colonia, en el año 1909. Su destino final fue la Basílica románica de Konibert, a menos de un kilómetro de la imponente Catedral de Colonia.
El Retablo se compone de catorce tablas pequeñas, una tabla mediana (el ático) desaparecida y una tabla grande central. Cinco de las tablas pequeñas forman parte de la predela.
El retablo sobrevivió a diferentes avatares históricos en los dos países. En Caudete (España), a las Guerras de “Les Germanies” (las Germanias de Valencia), a la Guerra de Sucesión (al día siguiente de la Batalla Almansa, el día 26 de abril de 1707, hubo una batalla posterior, consecuencia de la primera, muy cerca de donde se encontraba el retablo) y a la Guerra de Independencia.
Finalmente, el que hubiera sido el momento histórico más delicado para su supervivencia se produjo en el año 1936, cuando afortunadamente este retablo ya no se encontraba en Caudete desde hacía más de una década y media. Efectivamente, pudo haber sido destruido con toda probabilidad si se hubiera encontrado en el Palacio de los Obispos de Orihuela durante los dos episodios de intolerancia religiosa acaecidos en 1936, cuando se produjeron ataques de índole iconoclasta.
El primero ocurrió durante el último gobierno democrático de la II República (el 17 de marzo) y el segundo, en los inicios de la Guerra Civil (el 22 de de julio).
Este Retablo sería la única muestra de los retablos que se encargaron originariamente en esa Villa que ha llegado a nuestros días casi conservado en su totalidad, junto con el retablo de San Cosme y San Damián del pintor valenciano Vicente Requena del último cuarto del siglo siglo XVI, que sufrió desperfectos por las altas temperaturas que se dieron en el incendio de Santa Catalina, pero que sobrevivió al mismo, y ahora se encuentra en paradero desconocido.
Fachada principal del Palacio.
En la ciudad de Colonia, en Alemania, donde se ubicó el retablo desde 1909, sobrevivió a la Primera y a la Segunda Guerra Mundial, especialmente a esta última, puesto que los bombardeos aliados fueron altamente destructivos desde mayo de 1942, sobretodo, hasta prácticamente el final de la guerra. La zona más castigada fue el casco antiguo de la ciudad, donde casi dos terceras partes quedaron arrasadas.
El expolio y la destrucción, ha sido una constante en la historia del patrimonio caudetano. Desde los saqueos producidos durante las guerras de Sucesión e Independencia, hasta la desamortización y su influencia nefasta en cuanto a abandonos de edificios y pérdidas de todo tipo de Patrimonio pasando, por último, por el periodo entre finales del primer tercio y principios del segundo del siglo XX, momento en el que se produjeron episodios de violencia anticlerical, como la destrucción de prácticamente todos los retablos de las iglesias y ermitas de Caudete, entre el 17 de marzo y el 22 de julio del año 1936.
La última fase del expolio se produjo desde la posguerra franquista hasta casi nuestros días. Las próximas víctimas podrán ser, por ejemplo: La magnífica Villa Isabel de arquitectura modernista o la Torre islámica de Bogarra y del Palacio de Los Obispos de Orihuela que fue el último lugar que permaneció en tierras caudetanas el retablo de la Virgen del Rosario.
Un Retablo con muy buena estrella, sobrevivió a 5 guerras y luego encontró un especial ángel de la guarda en el restaurador alemán (Herr) Ruben Meyer que fue su último y definitivo salvador, al acometer su restauración, como un compromiso particular en su esmerado y minucioso trabajo de restauración, durante casi una década con un proyecto técnico muy loable, a él le debemos su salvación última.
Estoy muy satisfecho de poder compartir "Ex aequo" este premio de la beca de investigación histórica Francisco José Doménech Mira con mi estimado compañero D. Joaquín Mollá Francés al que me unen tantas cosas por Caudete.
Por último quiero hacer un recordatorio a mi difunto amigo D. Francisco Doménech Mira y a su viuda Doña Concepción Vinader Requena sin los cuáles estos 2 trabajos de investigación no hubieran sido posibles.
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