La pasada semana fue motivo de debate en muchas tertulias la propuesta del cambio de nombres de algunas calles de Madrid. Da la sensación de que se ha quedado en agua de borrajas ante las críticas recibidas. Siempre es, y hasta la fecha ha sido asi: el que gana quiere tener presentes a los suyos. En Caudete esto mismo ocurrió hace 79 años
El nuevo Ayuntamiento, presidido por José Camarasa Valera, llegó al poder y no
estando de acuerdo con la nominación que tenían las
calles de su pueblo propuso, mediante Decreto,
cambiarlas de nombre. Observen que de 34 calles, solamente cuatro de ellas no tenían relación con el santoral. Veamos el cambio introducido por Camarasa a los dos
meses de iniciarse la guerra. La
propuesta de cambio se expuso al público durante un mes y es posible que pocos
alegaran no estar de acuerdo con algún nombre propuesto dado el ambiente reinante aquellos trágicos
días. Desconozco si las hubo. El Decreto me lo entregó Miguel Requena Solera, "El Sorel", una mañana que me acerqué a la Caja de Ahorros del Mediteráneo -CAM- donde trabajaba. Dice así el documento:
Don José
Camarasa Varela, Alcalde Presidente del Ayuntamiento de esta Villa.
Hago saber: que el
Ayuntamiento de mi presidencia, en sesiones ordinarias de los días 12 de
septiembre y 3 de los corrientes, acordó por unanimidad, dar los nombres y apellidos siguientes a las calles de
esta Villa en vez de los que
anteriormente tenían. Se propone el siguiente cambio de nombres:
Calle
Luis Golf por Largo Caballero
Calle Mayor por Manuel Azaña.
Calle Virgen de Gracia por Tomás Meave.
Calle del Dean Martínez por Julián Besteiros.
Calle Juan López y
Paracuellos por General Mangada.
Calle San Blas por Capitán Sediles.
Calle San José por Mercado
Público.
Calle San Ramón por Endalecio
Prieto.
Calle Príncipes de los Ingenios por Miguel
de Cervantes.
Calle San Vicente por "Del
miliciano Francisco Serrano".
Calle San Jaime por Francisco Ferrer y Guardia.
Calle Santa Inés por Pasionaria
Dolores.
Calle La Cruz por Salmerón.
Calle La Santa por Libertad.
Plaza San Cristóbal por Galán y
García Hernández
Calle San Juan por González Peña
Calle San Miguel por Domingo
Germinal
Calle San Joaquin por Aída
Lafuente.
Calle Santa Bárbara por Francisco
Algarra.
Calle San Antonio Abad por Javier
Bueno.
Calle Santa Ana por Velázquez.
Calle San Blas por María de Palencia.
Calle Calvario por Miguel
Villalba.
Calle San Pablo por Almirante Cervera.
Calle San Agustín por "Del
Sargento Vázquez".
Calle San Eduardo por "Del periodista Sirval".
Calle San Pedro por García
Morales.
Calle San Bartolomé por Fernando
de los Ríos.
Calle San Cayetano por Maciá.
Calle El Ángel por José
Prat.
Calle San Elías por Carlos
Max.
Calle San Pascual por Poeta García
Lorca.
Calle Abadía por Martínez Barrios.
Calle San Sebastian por Eduardo Dato.
Lo que se hace público en este periódico oficial, a fin de que durante
el plazo de treinta días puedan formular cuantas alegaciones estimen
procedentes los vecinos de esta Villa ante la Secretaría de este Ayuntamiento.
Caudete, a 17 de octubre de 1.936.- El Alcalde, D. José
Camarasa.
Tras la
guerra, los vencedores volvieron a cambiarlas por los nombres de sus generales
victoriosos y sus políticos. Con la democracia
se produjo otro reajuste de nombres. Solo se salvaron poetas, pintores y
algún escritor. Se da el caso curioso del cambio del nombre de la calle Príncipe de los Ingenios por el de
Cervantes. ¡Tal vez no les gustaba el apodo! Observen que Camarasa expuso al público el cambio
del nombre de las calles durante un mes para que el ciudadano que quisiera,
presentara alegaciones.
Retomando la historia local pienso que hubiera sido
lógico y hasta razonable que los socialistas, en las tres Legislaturas que gobernaron, hubieran rescatado del
olvido al albacetense José Prat, a
un Fernando de los Ríos incluso a Manuel Azaña.
Al hilo de los cambios propuestos en Madrid, El Diario "ABC" publicaba el pasado 10 de julio un artículo del que fuera Presidente de la Segunda República Española. Da la sensación de que esta escrito hace un par de semanas por su acertada visión sobre la manía de cambiar nombres a las calles como respuesta a olvidar el pasado.
Azaña lo escribe en 1937, tan solo unos meses despues del cambio de nombre de 34 calles de Caudete por José Camarasa. Se trata de un artículo intemporal ya que en España no hay ni interés ni sabiduría para consensuar nada. Ni tan siquiera con una Ley de tanta trascendencia como la LOMCE, que afecta nada menos que al futuro de todos los españoles, nadie parece estar contento por el hecho de no haber sido negociada ni consensuada por mucha mayoría absoluta que se tenga. Esto es lo que escribía Azaña sobre el cambio de nombres de calles que sirve para Madrid ahora y para Caudete hace 79 años:
Azaña lo escribe en 1937, tan solo unos meses despues del cambio de nombre de 34 calles de Caudete por José Camarasa. Se trata de un artículo intemporal ya que en España no hay ni interés ni sabiduría para consensuar nada. Ni tan siquiera con una Ley de tanta trascendencia como la LOMCE, que afecta nada menos que al futuro de todos los españoles, nadie parece estar contento por el hecho de no haber sido negociada ni consensuada por mucha mayoría absoluta que se tenga. Esto es lo que escribía Azaña sobre el cambio de nombres de calles que sirve para Madrid ahora y para Caudete hace 79 años:
"....Una de las primeras cosas que hace en nuestro pais cualquier movimiento político es cambiar el nombre de las calles. Inocente manía que parece responder a la ilusión de borrar el pasado hasta en sus vestigios mas anodinos y apoderarse del presente y del mañana. En el fondo, es una muestra de subjetivismo español que se traduce en indiferencia, desamor o desprecio hacia el carácter impersonal de las cosas. Madrid, administrado casi siempre por forasteros y analfabetos, ha dado sobre el particular ejemplos de muy mal gusto, y no ahora, sino desde hace mucho tiempo. Sobre todo cuando le sobrevienen a un concejal ataques agudos de cursilería y encuentra poco distinguido, impropio de una gran ciudad, que ciertas calles se llamen del Lobo, o La Gordera, o el Soldado o ¡Válgame Dios! etc...etc
En mi triste Alcalá he visto convertirse la calle de las Flores en calle de Navarro Ledesma, la de Libreros en General Allende Salazar, la de Roma, nada menos, en general Fernández Silvestre...(Consultese el Anuario Militar). Conviene perfectamente a la insconciente sorna e impenasada ironía de los alcalinos, el que al advenir de la República diesen el nombre de Plaza de la Libertad, a la antigua Glorieta de San Bernardo, tan gustada por mi, y que es una plazuela cerrada en tres de sus de sus caras por la Cárcel, un Convento y un Archivo. Ahora con motivo de la guerra y la revolución se han visto ocurrencias divertidas, dentro del afan de rebautizar las calles. La de Alcalá-Zamora, antes de Alfonso XII, en Madrid se llamaba "de la Reforma Agraria"
En Valencia ha aparecido una "Plaza de los Derechos". Y en la antigua de la Lealtad, despues de Antonio Maura, tambien de Madrid, se llama "calle de las Milicias de Retaguardía de las Juventudes Socialistas Unificadas". En Madrid tenían calles propias las Santísima Trinidad, el Divino Pastor, el Amor de Dios, etc... sin contar las que derivaban su nombre de la vecindad del alguna Iglesia o Convento; pero este motivo, puramente local es cosa distinta. La manía es común a todas las banderías políticas. Si los rebeldes tomasen Madrid, veríamos probablemente a la calle del Barquillo, la del Arenal o la de Carretas cambiar su nombre típico por el de algún general cargado de laureles. En el siglo pasado, los progresistas impusieron a la calle de Alcalá el nombre de General Espartero. Despues nos hemos contentado con mantener en esa calle la imagen broncínea del caudillo liberal. Si los italianos acaban por triunfar, quizás se la lleven a Roma, como trofeo, para juntarla al león de Judá, que sacaron de Adís Abeba".
Voy a aprovechar para reordarle a la nueva Corporación que las calles de la Urbanización de Las Jornetas -la numeracion fue provisional-, el Parque Tecnológico y el Polígono Industrial Los Villares estan pendientes de darles nombres.
No hay comentarios:
Publicar un comentario