Una de las obras de más envergadura y de mayor impacto visual y económico que el Estado realiza en estos momentos en nuestra Comarca es, sin ningún género de dudas, el trazado del AVE. Desde hace meses ya pueden verse los marcos de hormigón, los puentes elevados y el impresionante relleno de tierra que cruza nuestro término desde la Autovía Madrid-Alicante hasta la carretera de Villena.
Desde el término de Almansa y tras seccionar el nuestro en forma de triángulo, el trazado del AVE se introduce a un ritmo vertiginoso en Villena, camino de la costa. El precio de esta obra es impresionante con el objetivo de viajar más cómodos y ganarle “tiempo al tiempo”. A Madrid, desde la Estación proyectada en Villena, podremos desplazarnos en poco más de una hora. A Alicante algo así como un cuarto de hora. El futuro, más que correr, señores mios …¡es volar!
Desde el término de Almansa y tras seccionar el nuestro en forma de triángulo, el trazado del AVE se introduce a un ritmo vertiginoso en Villena, camino de la costa. El precio de esta obra es impresionante con el objetivo de viajar más cómodos y ganarle “tiempo al tiempo”. A Madrid, desde la Estación proyectada en Villena, podremos desplazarnos en poco más de una hora. A Alicante algo así como un cuarto de hora. El futuro, más que correr, señores mios …¡es volar!
Quiero manifestarme y posicionarme públicamente en contra del AVE por el excesivo coste que supone su trazado y construcción, consecuencia directa de la abrupta orografía que nos rodea, por no ser prioritaria su utilización y, sobre todo, por haberle quitado protagonismo a nuestra mejor tecnología: el Talgo.
En estos momentos y desde Villena un tren Talgo te deja en la Estación de Atocha en unas tres horas, en vagones cómodos y seguros, con un excelente servicio de bar y prensa y a un precio razonable y muy competitivo.
Si la gestión de las distintas Administraciones Públicas discurrieran con la rapidez de un AVE, tal vez me inclinara por ver la parte positiva y hasta defendiera un proyecto que a todos los españoles nos cuesta un “ojo de la cara” y que sin embargo estará al alcance de muy pocos.
Seamos sensatos: tener que comprar a Francia energía porque la nuestra no esta bien planificada… con una Justicia barata para el pudiente y cara para el pobre que tarda lo que no esta escrito en resolver los problemas entre ciudadanos… con unas Autonomías que no disponen de protocolos y capacidad a la hora de actuar para apagar un bosque en llamas entre términos municipales de distintas Autonomías… con inadmisibles listas de espera en los Hospitales para que te operen de una hernia y …¡con una Administración Local y Autonómica lenta y burocratizada ….¡explíquenme!…¿qué sentido tiene correr tanto?
No deja de ser pues un contrasentido proyectar desplazarse a Madrid en una hora cuando en el mejor de los casos cualquier Ayuntamiento tarda seis meses en conceder una Licencia de Obras para construir un chalet. Y si tienen que conseguir un permiso o autorización de una Confederación …¡ni les cuento!. Es mucha incongruencia presumir de tener un medio de transporte tan rápido como el AVE cuando la Administración en general es tan lenta para resolver simples trámites.
Sería mas sensato y práctico luchar por invertir los términos, lo que sin duda nos convertiría en mas competitivos y, tras lograrlo, ..¡SÍ tendría sentido realizar desplazamientos tan rápidos como un AVE …o mas!. Digo que nos toman el pelo por la sencilla razón de que hay cosas mucho más prioritarias y más urgentes que presumir de tener muchos kilómetros de AVES.
No cabe duda que hubiera sido más operativo y barato si el Estado se hubiera empleado a fondo en la mejora de las actuales infraestructuras ferroviarias (soterrar las vías en puntos conflictivos como Villena, o rehabilitar la Estación de Caudete muy utilizada por estudiantes, por poner dos ejemplos) y potenciar la utilización de uno de los mejores trenes del mundo como es el Talgo inventado por un ingeniero español: Alejandro Goicoechea.
Para quien quiera ampliar conocimientos, le recomiendo la lectura del libro sobre la historia de este original tren “Talgo 1942-2005. De un sueño a la alta velocidad” , escrito por Miguel Cano López-Luzzatti y Manuel Galán Eruste.
Con un sistema educativo precario que nos ha llevado al mayor índice de fracaso escolar de la Unión Europea y con un porcentaje de lectura tan bajo entre nuestro jóvenes, escalofríos me da pensar que el objetivo del Estado sea llevarnos de Villena a Madrid en una hora cuando no nos han enseñado a rentabilizar ni a optimizar nuestro querido tiempo, que, como dice el clásico, “es oro”. ¿Qué sentido tiene priorizar desplazarse tan rápido a un precio tan alto? ¡Ninguno!
Recuerdo cuando viajar en tren era todo una aventura: con una locomotora alimentada por carbón (las máquinas de gasoil comenzaron a funcionar el año 1.964) y viniendo de Valencia, el tren iba tan lento que por las cuestas entre Mogente y Fuente la Higuera daba tiempo a bajarse, coger fruta de los árboles (era la época de la escasez) y subirse en marcha ya que los vagones disponían, como en los trenes del Oeste, de una zona descubierta entre los vagones. Esto ocurría hace tan solo 45 años y yo he sido testigo.
¡Claro que será todo un hito de la tecnología y de la arrogancia!... ver dentro de tan solo cuatro o cinco años un AVE a 300 kilómetros por hora cruzando el valle del alto Vinalopó camino de Alicante. Yo me seguiré preguntando si ha compensado haber invertido tanto dinero y esfuerzos para hacer desplazamientos tan rápidos ….como inútiles.
Después de la que han montado los señores de la banca y de las finanzas mirando para otra parte (…¡si es que miraban!), permitiendo el despilfarro de lo que no era suyo y dejándonos a todos con el culo al aire, sinceramente…¡creo que no esta el horno para bollos y menos para AVES!
Y que conste que no estoy en contra del progreso. Pero SÍ contra el no saber valorar nuestras patentes e inventos como el maravilloso tren TALGO lo que sin duda nos hace cada vez más dependientes de otros…. Tal vez ande despistado y no acierte a ver que lo realmente se persigue es esa dependencia …¡a cambio de no sé qué!
Joaquín Medina Iñiguez
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