Desde el 15 de enero el caudetano Javier Conejero Bañón está trabajando en Ginebra, en la Organización Europea para la Investigación Nuclear (CERN). Su contrato tiene una duración de 7,5 meses por lo que hasta el 31 de agosto permanecerá en esta bonita ciudad suiza participando en el mayor experimento hasta ahora realizado por el hombre donde científicos de muchas nacionalidades investigan el origen de la materia por medio de una compleja máquina conocida como “Colisionador de Partículas”, de 27 km de perímetro. cuyo trazado discurre entre Suiza y Francia y a 100 m. de profundidad.
La historia no es reciente. Comenzó a principios de siglo XX cuando Max Planck habla por primera vez del fotón. Casi un siglo después en Ginebra buscan, tras provocar la colisión de partículas con aporte de gran cantidad de energía, una nueva conocida como el “bosón de Higgs” y que de alguna forma dará respuesta, si es que la da, a los constituyentes más elementales de la materia con el fin de seguir completando el origen y la evolución del Universo.
Pero esto no es nuevo. Desde la antigüedad, el ser humano se ha preguntado de qué está hecha la materia. Ya 400 años antes de Jesucristo el filosofo griego Demócrito, desde su escuela Atomista, consideraba que la materia estaba constituida por pequeñas partículas. Max Planck demostró que la escuela tomista no iba mal encaminada y que cada vez los científicos están mas cerca de despejar las incógnitas que faltan sobre la composición de la materia recreando con el “acelerador y colisionador de partículas” de Ginebra las condiciones que existían unos instantes después del Big Bang.
Nuestro paisano Javier Conejero puede considerarse un privilegiado, primero por tener trabajo con la que está cayendo …¡cuando todavía no ha concluido sus estudios! (tiene previsto leer en Albacete el Proyecto Fin de Carrera el próximo 31 de julio) y después, por haber sido admitido nada menos que en el CERN y tener la ocasión de colaborar en algo que ha de revertir en beneficios para nosotros, haciéndonos más agradable y confortable nuestra existencia. No hay que olvidar que para tratar tumores, los Hospitales utilizan, a menor escala, aceleradores de partículas.
Me consta que nuestro paisano Javier es un buen estudiante del que se sentirán orgullosos sus profesores de Albacete por haber llegado tan lejos, cuando todavía no tiene el título, además de que este tipo de experiencia profesional da prestigio no solo al alumno, sino también al Centro donde ha cursado sus estudios y, por supuesto, abre muchas puertas.
Aunque le hubiera gustado haber hecho medicina, Javier, con 25 años, está acabando, en la UCLM, Ingeniería Informática en la especialidad de “Arquitectura de Redes y Sistemas de Comunicación”. Primero hizo la carrera Técnica y después la superior. En junio tiene previsto venir de Ginebra a Albacete para leer el proyecto fin de carrera al que titula “Estudio de herramientas de monitorización de red de sistemas GRID”
Y es esta especialización de la Informática la que, sin duda, le ha abierto las puertas del CERN, además de su perfecto manejo, escrito y hablado, del idioma inglés. Nos contaba Javier lo que significa su especialidad y lo del GRID:
“A la vez que la ciencia avanzaba, la complejidad de los problemas eran mayores, y debido a esto, los ordenadores personales no eran suficientemente potentes para resolverlos en tiempo aceptable. Con el tiempo se construyeron superordenadores, pero los problemas que se plantean también han ido avanzando y la necesidad de recursos también se ha visto desbordada. Para poder llegar más lejos y obtener más potencia de cálculo y almacenamiento surgió la propuesta de la colaboración de computadoras y supercomputadores distribuidos geográficamente. Mi trabajo consiste en monitorizar los enlaces que unen estas máquinas.”
En el CERN trabajan alrededor de 6.000 personas de distintas nacionalidades de toda Europa, sobre todo físicos, matemáticos e informáticos en colaboración con otros centros internacionales que persiguen lo mismo. Consta de 8 extensiones. Una de ellas se denomina IT, Tecnología de Información, área donde desarrolla su actividad Javier.
También tiene un departamento de Recursos Humanos, banco, oficina de correos, restaurantes, hostales, calles y hasta una Estación de Bomberos, uno de ellos español. Es como un pequeño pueblo. El cerebro de la instalación es un potentísimo ordenador que ocupa todo un edificio con el que trabaja nuestro paisano Javier.
¿Qué cómo llegó Javier al CERN? Mandó su currículum el 31 de julio del pasado año acompañado de una carta en la que decía porque estaba interesado. Una vez llegan los datos del solicitante a Ginebra se entra en un proceso de selección dependiendo de las plazas disponibles, de los méritos y la preparación. En un espacio muy corto de tiempo la persona responsable de contratar se puso en contacto con Javier ofreciéndole trabajo por siete meses y medio... con posibilidades de continuar.
Javier nos contaba que en el CERN hay científicos trabajando desde que se puso en funcionamiento hace 20 años que han establecido allí su vida y su actividad profesional. También nos anotaba que el movimiento de estudiantes en esta especie de Laboratorio es muy alto, ya que hay muchas becas donde van a realizar doctorados o tesis.
Otro aspecto positivo del CERN es el excelente ambiente de trabajo que se respira. Posiblemente sea este hecho lo que más le llamó la atención a Javier a juzgar por las conversaciones mantenidas desde Caudete al poco de llegar.
Pero lo que más le motiva, nos comentaba Javi, es que el objetivo de este Centro de Investigación financiado por la Comunidad Europea, sea la expansión y trasmisión del “conocimiento” a todos los niveles y el estar en contacto con otras disciplinas ( física, matemáticas…) para ayudar a programar, ya que el programador “tiene que saber qué quiere el científico y esto te obliga a adquirir otros conocimientos”.
No debe estar mal formado nuestro querido amigo para que ya haya expuesto su trabajo en Praga el pasado mes de marzo en una Conferencia conocida como CHEP-2009. Hace unas semanas un grupo de estudiantes de Física del Instituto de Villena que fueron de visita al CERN (todo Centro educativo que lo solicita entra en plazo para poder acceder a sus instalaciones) les llamó la atención encontrarse con un caudetano con quien pasaron un rato agradable contándoles éste su trayectoria y cómo había accedido al CERN.
Desde este rincón de la red no le vamos a desear a Javier suerte, porque ya la tiene …¡y toda! Pero no estará de más denunciar que ante la crisis económica y crisis de valores que sufrimos, nuestros políticos se están acordando tarde de mejorar la calidad de la enseñanza para salir del índice más elevado de fracaso escolar que nuestros estudiantes están protagonizando en el seno de la Comunidad Europea. Que la ministra pretendiera que se pasara de curso con cuatro suspensos…¡qué quieren que les diga!
En Ginebra valoraron dos cosas de Javier: sus conocimientos de Informática…. ¡y su inglés! Algo falla aquí y habrá que intentar corregir: para poder optar a un puesto de trabajo a 13 km de tu población tienes que conocer el valenciano, cuando el inglés te abre las puertas en todo el mundo.
Joaquín Medina Iñiguez
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