Tras forzar una reja, los ladrones entraron en el Restaurante Vilmar II y se llevaron la recaudación de las máquinas después de romperlas a golpes. Una cámara gabó la acción que solo duró cuatro minutos. Ayer ardieron tres coches en Caudete....

     Otra vez los amigos de lo ajeno eligen Caudete para llevar a cabo sus fechorías. Como los del otro día, -el atraco al joven que iba de boda- esta vez también eran profesionales que sabían perfectamente lo que se hacían, a juzgar por cómo transcurrieron los hechos. El dueño, tras finalizar la tarea, salió del Restaurante "Vilmar II" a las dos y media de la madrugada del pasado miércoles, día 11. Cerró la puerta y conectó la alarma de seguridad y la cámara. 

     Como los ladrones estaban a acecho, nada más irse empezaron a actuar. Con un puntal metálico, de los que se utilizan en la obra para encofrar y utilizándolo de palanca, arrancaron la reja de la esquina, la que está bajo del rótulo, por donde se colaron al interior del local. A unos metros, y en la misma dirección, están situadas las dos máquinas tragaperras.

      Dos de ellos entraron al salón mientras el tercero se quedaba en la calle para controlar si alguien venía. Nada más entrar, la cámara grabó la acción y, mientras sonaba la alarma, se dirigían rápidamente a las dos máquinas dándoles golpes con una azada primero y después con una banqueta  consiguiendo hacerse con el dinero, unos 1.500 euros, de las dos cajas. Iban con sudaderas para no se reconocidos. 

        Al sonar la alarma, desde la Central avisaron a su hermano y este al dueño. El tiempo transcurrido entre las dos comunicaciones fue escasamente de cuatro minutos. El dueño llegó tan solo dos minutos después de haberse dado a la fuga los tres tipos con el botín. Habían empleado 2 minutos para arrancar la reja y otros 2 para romper las máquinas y salir a la calle con el dinero. También conocían la fecha de la recaudación de las máquinas para obtener el máximo beneficio. La realidad va superando, y con creces, la ficción. 

       Un hecho que estamos cansados de ver en la pantalla, como en la película "Heat" (1995), donde su Director Michel Mann nos presenta a un ladrón frío y calculador, interpretado por Rober de Niro, programando el robo a un banco, reloj en mano, para calcular el tiempo del que disponen para entrar, desvalijar y darse a la fuga sin ser descubiertos. Si la Central  llega a llamar directamente al dueño, es muy probable que éste hubiera llegado al mismo tiempo que los atracadores salían del interior del Restaurante. No sé que es mejor: que no llegara a tiempo o que se los hubiera encontrado en plena faena. Nunca se sabe que puede pasar...

       Lo que no cabe duda es que estos tipos eran profesionales, avispados, rápidos... Ahora se les dice "unos máquinas". Sólo les falló la azada que del golpe que le dan a una de las máquinas tragaperras se les rompió el astil recurriendo rápidamente a una banqueta de madera para volver a golpearlas  y sacar el dinero. La operación la hacen con la alarma sonando y la cámara gravando. No cabe duda de que hace falta sangre fría y muchas horas de vuelo para actuar en esas condiciones.

     Hace cuatro meses, este mismo Restaurante tuvo una tentativa de robo. Los ladrones eligieron otro acceso. Empezaron por abrir un hueco (butrón) en la pared lateral pero, afortunadamente, al pasar la Policía oyó ruido desistiendo y dándose a la fuga cuando ya tenían el hueco suficientemente grande como para entrar. Pero, el robo más espectacular, incluso más que el del miércoles, lo sufrieron el pasado año. 

     En aquella ocasión emplearon el conocido sistema del "alunizaje" que consiste en llevarse por delante el escaparate o la puerta con un coche para así facilitar la rápida entrada al interior del local. "Aquellos -me decía el dueño- no tenían tanta habilidad como los de la otra noche". Para evitar otro alunizaje, han colocado unos perfiles metálicos delante de la acera, que impide acercarse a la puerta con coche...

     Para acabar con el asunto de la inseguridad ciudadana, me contaban hace tan solo un rato, en la procesión de la Vírgen desde el Carmen a Santa Ana que, el domingo de madrugada, habían ardido tres coches, dos de ellos delante de la puerta del Cementerio y que tuvieron que venir los bomberos a sofocar el fuego. Al parecer, los habían robado en otra población y los incendiaron aquí. También vieron forzar la puerta de una casa en la calle Pintada, un poco más abajo de Mercadona, sin que llegaran a entrar en la vivienda al verse descubiertos por un vecino..... Esto ya parece Chicago. 

Detrás de los robos, casi siempre esta detrás esa lacra mundial
 de los países ricos que se llama droga,
 estupefacientes, coca, alcohol, prostitución........
¿Acaso tienen los Estados previsto controlar estos asuntos con eficacia?