Al habernos acostumbrado a verlos entre nosotros, pasan desapercibidos. Algunos son verdaderas obras de arte y su nacimiento y origen se
hunde en el principio de los tiempos cuando en las Cuevas de Altamira pintaban
bisontes en sus paredes creando el arte rupestre del Peleolítico con una antigüedad
de mas de 30.000 años. No hace falta irse tan lejos. En Alpera tenemos la Cueva
de la Vieja donde en sus paredes podemos ver ciervos, cabras, toros, arqueros… Esta afición aparecerá mas
tarde en Roma. En Pompeya se han conservado algunos ejemplos de pintadas en
paredes. Pero cuando recobra fuerza es a partir de 1960 en Filadelfia y Nueva
York. En Filadelfia hay más de 3.000 murales en sus calles de reconocidos
artistas. Se les conoce como graffitis. Mucho antes de construir la piscina cubierta, en la valla que había la calle Fray Elias Requena y organizado por Cruz Roja, se llegaron a realizar concursos de graffitis lo que da muestra del arraigo popular que tenían. Era su época de máximo apogeo. Pocas paredes escapaban a los grafiteros. Los murales que pueden ver mas abajo están pintados en las calles Puerta de la Villa, Avenida de Valencia o en la Vereda de las Vacas. Algunos son verdaderas obras de arte. Mención especial merece el mural de la fachada de Valentin. Observenlos con detenimiento.
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ResponderEliminarGracias por la apreciación, querido amigo. Que pses buenas Fiestas.
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