viernes, 28 de septiembre de 2018

Crónica e imágenes de los protagonistas de las primeras Legislaturas de nuestro pueblo. Algunos ..ya no estan entre nosotros.

 
                        Me han aconsejado que era conveniente asomarse por el blog periódicamente para que el dueño de este espectacular medio de comunicación vea que todavía respiras y no esta definitivamente cerrado (pronto me darán el alta y volveré a contaros crónicas de nuestro querido pueblo). Para ello he elegido un articulo publicado hace seis años, acompañado de fotos de los concejales de las primeras Legislaturas. Decía lo siguiente:

  "Vicente Lillo y José Serrano iniciaron su andadura política en UCD tras recibir la vara de mando de Pedro Sánchez Algarra, último Alcalde franquista. Era junio de 1979. ¡Ya ha llovido desde entonces!. Tras el injusto debacle político de Adolfo Suarez (los suyos lo dejaron más solo que la una), Lillo y Serrano gobernaron Caudete las dos Legislaturas siguientes desde un Grupo Independiente.


   En vez de desembarcar en un partido de derechas optaron por dirigir la política local (la Diputación estaba entonces casi empatada: 11 diputados de izquierda y 10 de derecha) sin afiliarse ni comprometerse con ninguno. ¡Vaya si rentabilizaron la independencia! De entrada se metieron en el bolsillo a Juan Francisco Fernández y a Pepe Bono.
                 La primera Legislatura, conocida como la del “Consenso”, le sirvió a Lillo de catapulta para obtener mayoría absoluta en las dos siguientes: nada menos que de 5 pasó a 9 concejales. La puesta en marcha de la Plaza de Toros -que se compró con las dietas de un año de todos los concejales-, el Paseo Luis Golf (Minerva en un principio) con su descomunal fuente y el Polideportivo Antonio Amorós, serían  tres de las obras más valoradas. 
 Otro aspecto a destacar fueron las condiciones favorables que, desde el Ayuntamiento, se dieron para que el "Grupo Vidrala" instalara la primera Factoria de fabricacion de envases de vidrio fuera del País Vasco: Crisnova. La amistad con el Presidente de Castilla La Mancha, José Bono Martínez, lo ajustado con que gobernaban los socialistas la Diputación y lo bien que había aprendido a nadar en las turbulentas aguas políticas le proporcionarían a Vicente una sobredosis de oxígeno, mucha movilidad política, admiración y, al mismo tiempo, cierto recelo entre sus adversarios políticos.
   
Hasta Juan de Dios Izquierdo acabó enamorándose –políticamente hablando, claro- de un Alcalde que, con mucho olfato político, supo sacar partido en medio del bipartidismo imperante, tan radicalizado entonces como ahora.


Por aquellos entonces estuvo emitiendo a lo largo de todo el año 1990 una emisora desde el edificio La Torre: "Radio 10" con José Antonio Martínez Soro como Director. Pero, la experiencia radiofónica… ¡solo duró un año!. No tuvimos suerte ya que nadie la defendió. En diciembre ….dejaba de emitir.

      En el 91, y a pesar de haber obtenido los Independientes más votos que los demás, Juan García Bañón, abandonaba la misma noche de las Elecciones a otro político de casta, Martínez Sandoval, y se aliaba con los socialistas. Durante nueve meses, Lillo y Serrano supieron lo que era estar en la “oposición”. Hay fundadas sospechas de que lo que aconteció después estaba pactado previamente. Este pasaje histórico-político local lo dejaremos para otro artículo.

              En abril del 92, las aguas volvían a su cauce: a Juan García lo apeaban del poder y Lillo volvía a recuperar el protagonismo tras pactar con los socialistas, pacto que estuvo bien visto (yo diría que incluso auspiciado) en la sede socialista de Albacete, pacto que duró hasta la tarde del 24 de mayo del 94. Fue a través de una Moción de Censura: el Grupo Independiente y los Populares Francisco Martínez Sandoval y Antonio Camarasa se aliaron para mandar a los socialistas a la oposición el ultimo año de la Legislatura. 

El pacto había saltado por los aires un año antes de las elecciones. Al año siguiente, Caudete tenía, por primera vez, una alcaldesa: Elisa Pagán Morán. Su marido Pepe Brotons lo había sido en 1968. Lillo que, hasta entonces, se lo habían disputado por igual socialistas y  populares de Albacete, aterrizaba definitivamente en el P.P. Dejaba de ser amante para pasar por vicaría perdiendo el encanto que le daba la independencia: "flirtear con unos y con otros".

   Las inesperadas discrepancias que al final de la Legislatura surgieron entre Lillo y Elisa, fraccionando a la derecha, propiciaron que los socialistas, con Vicente Sánchez Mira a la cabeza, recuperaran la Alcaldía en 1991 al presentarse Elisa por el PADE, partido que en Caudete había puesto en marcha Sandoval.
     De nada sirvió la mediación de Emigdio de Molla, Presidente de la Diputación y del Partido Popular Provincial, en un desesperado intento  por que la díscola....volviera al redil. Elisa se hizo fuerte y, contra todo pronóstico, no cedió un ápice a las presiones de sus compañeros, sorprendiendo a propios y a extraños.

Como  corresponsal del diario La Verdad  fui testigo de estas y muchas más peripecias de una época  con mucha intensidad política, encarnada por Lillo Serrano al frente de un grupo de amigos a los que les unían  inquietudes por mejorar su pueblo.
   
Recuerdo la mañana en que Serrano me llamó a su despacho para darme a conocer el pacto que acababan de firmar Vicente Lillo, por los Independientes, y Vicente Sánchez por los socialistas. En presencia de Andrés Bañón Martínez, me dijo: “te prometí que serías el primero en saberlo y aquí lo tienes”. Al día siguiente las condiciones del Pacto salían publicadas en la primera página de "La Verdad".
 Y como dicen que una imagen vale mas que cien palabras, les he traído un breve, pero interesante resumen de fotos de aquella época. Verán que el tiempo no ha pasado en balde. Dos de los ediles más activos, José SerranoPepe Amurrio, nos abandonaron a temprana edad y en plena "sazón" política. Lillo lo haría más tarde. El socialista Miguel Camarasa se había ido antes: al final de la primera Legislatura. Otros concejales que nos abandonaron fueron Pepe Bordallo (Psoe), Paco "Bajoca" (G.I), Alfonso Játiva (A.P.) y, recientemente, Paco Llorens (A.P y G.I después)

Gran parte del éxito político y de la gestión de Vicente se lo debió a su amigo Serrano, el número dos de las tres listas electorales, hombre afable y con mucha mano izquierda que se especializó, desde un discreto segundo plano,  en allanarle el camino "a su jefe" para evitarle revolcones. Además de su familia, tuvo tres pasiones: su pueblo, la política y los toros.


 

 
  
 
 
  
 


 




 

 



















      







No hay comentarios:

Publicar un comentario