Por aquella época puso en funcionamiento un Club para los más jóvenes en una local situado encima del Taller de Globitos. Auspicio Sepúlveda Villar había nacido en Pozo Cañada en 1936. Estudio en Hellín y en el Seminario de Albacete con una Beca de la Diputación.
Este cura secular tenía 30 años cuando el Obispo Arturo Tabera Araoz (Ávila 1903, Roma 1975) le propone venir a Caudete a San Francisco donde habían decidido crear una Parroquia independiente de la de Santa Catalina.
Auspicio fue el primer y último párroco del Barrio de San Francisco. Llegó a Caudete en 1966 y pronto se ganó el respeto y la admiración por su sencillez y por la forma directa de afrontar los problemas y su compromiso con la gente. El decía que la autoridad se gana, no se exige.
Tan solo seis años duró su actividad en Caudete. El Obispo Ireneo García Alonso (Burgos 1923) fue el que le comunicó su cese como Cura de San Francisco. Una prueba de lo que querían a Auspicio la pudimos ver cuando todos los del barrio salieron a pedirle a Ireneo, el 9 de septiembre, que no se lo llevara de Caudete. Llegaron a zarandearle el coche en la calle Abadía en protesta de una decisión que consideraban injusta.
Ante aquella multitudinarIa manifestación a favor de Auspicio, el Obispado pudo haber dejado las cosas como estaban... ya que funcionaban. No. No le importó llevarse a un cura que sus feligreses quería que se quedara. No conozco otro caso similar en la historia de Caudete.
De Caudete lo mandaron a Almansa (a la Iglesia de San Roque), México y Suiza. A este cura Diocesano le importaba más el fondo que las formas y darle solución a los problemas de las personas por encima de todo. Pasó sus últimos años en Caudete, abandonándonos en 2014 a la edad de 78 años.
Fue nuestro profesor de Religión en aquel Instituto que se puso a andar en el curso 1967-68. Lo recuerdo con cariño y nostalgia, igual que muchos vecinos del Barrio. Pedro el Yanki me contaba cuando Auspicio les dejó la Ermita de San Antón para ensayar.
A cambio, "Los Yankis" amenizaban las Fiestas que se organizaban en el Barrio. Este cura, que tenía madera de lider, sabia motivar a los jóvenes. Ese era su mayor virtud. El Obispado se equivocó cesándolo.
A cambio, "Los Yankis" amenizaban las Fiestas que se organizaban en el Barrio. Este cura, que tenía madera de lider, sabia motivar a los jóvenes. Ese era su mayor virtud. El Obispado se equivocó cesándolo.
Chimo, dicen que «Nadie es tan malo como aparenta, ni tan bueno como se comenta».
ResponderEliminarLo que no cabe duda es que fue un hombre adelantado a su tiempo. Y esto siempre supone tener detractores y seguidores. Saludos.
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