jueves, 10 de noviembre de 2016

Vicent Soler, sobrino del artista que pintó los siete murales de la Iglesia del Carmen hace 65 años, estuvo en Caudete interesándose por la reparación que de ellos realiza la empresa valenciana "Gaia".

Como estaba previsto, el sobrino del artista que pintó los siete frescos en la Iglesia del Carmen, Remigio Soler Tomás, estuvo en Caudete invitado por Antonio Gracía comprobando el proceso de la reparación de los cuadros que pintó su tío hace 65 años por la empresa valenciana Gaia.

Vicent Soler, que ha sido empleado de banca, hoy jubilado, ha creado una "Asociación de Amigos de Remigio Soler" y, entre otras actividades, están catalogando su extensa obra dándola a conocer. Abarca técnicas muy distintas como temple, óleo, talla, escultura, pintura sacra y profana...Era una persona inquieta que le interesaba el arte en distintas vertientes. 

Nos contó que con tan solo 13 años Remigio quería ser escultor dando muestras de su capacidad al realizar en barro a todos los componentes de la Banda de Música de su pueblo. Más tarde realizaría tallas de madera y policromías. En la Iglesia de Montesa tiene, esculpidas en madera, un Cristo y una Purísima

Primero estudió "Artes y Oficios" y, más tarde, "Bellas Artes" en Valencia. Joaquin, el padre de Vicent, ayudó a su hermano en los primeros pasos de su carrera pero después se dedicaría de lleno al mueble de talla.

    En Valencia, Agullen Agres tiene dedicadas una calle. Una de sus muchas cualidades era, como el veneciano Tintoretto (1519-1594), que pintaba muy rápido. En 1931 obtuvo la medalla de bronce en un Concurso Nacional de Bellas Artes. De cómo vino a pintar a Caudete, Vicent nos dijo que en Agres había un franciscano, Elias Rengual, que era amigo de nuestro paisano, el Carmelita Elias Requena, que por aquellos entonces estaba en Albacete. 

  Este insigne cura caudetano, que a su memoria tiene dedicada la calle donde esta la Piscina Cubierta, fue el verdadero promotor de estas pinturas. Desoyendo a sus superiores provinciales se vino a Caudete, contactándo  con Remigio a través de Rengual, acordando que cada año pintaría un cuadro para embellecer la Iglesia del Carmen que, desde la Guerra, había quedado muy deteriorada por el fuego.

 Todo indica que en estas paredes no había anteriormente nada. Empezó pintando a San Elias y durante el mes que aproximadamente  empleaba en pintar cada cuadro, Remigio se quedaba a dormir en el Convento. Su sobrino lo califica como "un pintor notable con obras muy bien hechas"

    Un mes es el tiempo que tiene previsto emplear la empresa valenciana Gaia para reparar los siete murales que pintó el tío de Vicent. Se han comprometido a darnos un resumen de las actuaciones cuando finalicen los trabajos de reparación.















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