En Caudete se reunieron la pasada semana Directivos Festeros de pueblos que utilizan pólvora en sus Fiestas Patronales. Pretenden que se reconozcan legalmente los disparos de arcabucería.

Título del artículo:

"Los pueblos de la polvora quiren que se reconozcan legalmente los disparos de arcabucería".

 "Los pueblos de la pólvora reclaman una reglamentación específica"

           (Esta es la nota de Prensa que nos ha hecho llegar Manuel Díaz, Presidente de la Asociación de Comparsas, en la que dice que Directivos Festeros de pueblos, como el nuestro, donde se utiliza pólvora han iniciado una serie de actos tendentes a que se reconozcan los disparos de arcabucería. Unas Fiestas de Moros y Cristianos sin arcabucería sería como un "jardín sin flores")

    El pasado 25 de octubre, en la villa albaceteña de Caudete, echó a andar una ambiciosa iniciativa, auspiciada por entidades y asociaciones festeras de Alicante, Murcia, Albacete y Valencia. Su objetivo, arbitrar de una vez por todas una solución para el más grave y acuciante problema que se enfrentan muchas de las poblaciones cuyas fiestas patronales incluyen disparos de arcabucería

    Desde hace unos cuantos años, en efecto, estas localidades han visto cómo se les ha ido complicando y recortando, de forma cada vez más drástica, el acceso a la pólvora, por no mencionar las condiciones, más y más restrictivas, que se imponen a los propios actos de disparo. 

Los responsables de estas actuaciones, autoridades y cuerpos
de seguridad (Delegados del Gobierno y Guardia Civil, respectivamente), alegan que no existe una normativa específica, lo que les obliga a aplicar, por vía de analogía, Normas pensadas para situaciones que nada tienen que ver con estas fiestas. La preocupación no es nueva.

 Desde hace años se viene desarrollando un debate,  con apariciones puntuales en los medios de comunicación, que pide y propone, según los casos, soluciones al problema. Se han realizado estudios y hay, incluso, propuestas  de normativa. La cuestión ha llegado a parlamentos autonómicos y hasta al mismo  Congreso de los Diputados. Pero, por razones muy diversas, nada de todo esto ha ido más allá de las buenas intenciones y las promesas esperanzadoras.

        Ahora, la situación ha cambiado de forma radical y el movimiento iniciado el pasado 25 de octubre arranca con la firme determinación de no parar hasta que se encuentre una solución definitiva y satisfactoria para todos. Con ese fin, se dieron cita en la sede de la Asociación de Comparsas de Caudete representantes de entidades festeras de Biar, Elda, Monforte (Comparsa de Contrabandistas), Ontinyent, Sax, Villena, Yecla y de la localidad anfitriona; no pudieron asistir, aunque hicieron llegar su adhesión, representantes de Alcoi. 

En el curso de la reunión se hizo un análisis general
de los problemas surgidos en las respectivas fiestas, se habló de las perspectivas a corto y largo plazo –bastante negras de no producirse alguna reacción ante la situación –, y, sobre todo, se trazaron las grandes líneas que han de guiar la acción de estas poblaciones en su lucha por conseguir el reconocimiento de la especificidad y la relevancia cultural de los disparos de arcabucería y su plasmación en un texto normativo adecuado. 

        Con ese objeto se acordó la creación de comisiones de trabajo que iniciarán de inmediato su actividad. También se decidió empezar a trabajar desde el primer momento para dar a conocer el problema y, sobre todo, pedir una implicación concreta a los partidos políticos que contienden en las próximas Elecciones el Parlamento.

   Los asistentes se emplazaron para una nueva reunión, a celebrar el próximo 22 de noviembre en Villena, en la que esperan contar con una asistencia más nutrida, pues, en su opinión, la iniciativa irá cosechando adhesiones conforme se vaya dando a  conocer. En tal sentido, varias de las intervenciones insistieron en el carácter abierto y paritario de este ambicioso movimiento en defensa de una tradición festiva y cultural longeva y de hondo arraigo, en la que participan miles de personas a lo largo y ancho del territorio nacional.