Ayer lunes, festividad de San Vicente Ferrer, patrono de la Comunidad Valenciana, Caudete celebró una de sus dos fiestas locales que realizamos desde tiempo inmemorial siendo una muestra más de nuestro origen valenciano. La otra es la del 8 de septiembre y las dos las acuerda la Corporación. El dominico, predicador y filósofo Vicente Ferrer nació en Valencia en 1350 y murió en Vannes (Francia) en 1419. Como en otros muchos pueblos, celebramos una de las procesiones más entrañables conocida como "Procesión de la Comunión Pascual" que discurre por las calles Santa Inés, San Jaime, Las Eras, Atleta Antonio Amorós, El Molino, La Nieve, Pintor Pérez Gil y La Cruz.
La procesión se realiza tras la celebración de una misa en San Francisco volviendo a la Iglesia después de llevar la Comunión a personas enfermas o impedidas que lo deseen así como a los ancianos de la Residencia San Juan Evangelista. A este acto asiste la Corporación, Banda de Música, presidentes de Asociaciones locales y muchos fieles ....de edad avanzada.
El origen de esta práctica esta en el cumplimiento de uno de los mandamientos de la Iglesia como es comulgar al menos una vez al año por Pascua de Resurrección, acercando la Liturgia Parroquial al que no puede acudir a ella. La procesión se detiene y la Banda de música entona la Marcha Real cada vez que el sacerdote entra a una vivienda a dar la comunión bajo una sombrilla, “umbrela” (Joaquin González ha sustituido a Miguel Sáez portando la sombrilla) mientras se toca una campanilla que anuncia la llegada del Señor. Tras dar la comunión, se reanuda la procesión con marchas procesionales como “Triunfal”, “Jerusalén”, “El Palio Blanco”, “Cristus” y “Sacris" interpretadas por la Banda Unión Musical "Santa Cecilia".
Que Vicente Ferrer sea valenciano y Patrono de la Comunidad Valenciana y que para nosotros sea fiesta local no deja de ser una prueba más de la valencianía de Caudete que perteneció al Reino de Valencia desde el siglo XIV hasta la Batalla de Almansa, en 1707. De haber apostado por el bando ganador, hoy seguiríamos en Valencia. Los acuerdos del Borbón Felipe V fueron nefastos y muy negativos para Caudete. Del resultado de una sola batalla, que depende de la pericia de unos Generales, se ponía en juego el futuro de un pueblo. Hoy lo decide, sin pegar un solo tiro, la troika en Bruselas.
Lo que si he detectado es una preocupante disminución de espectadores al paso de la procesión y un menor número de macetas y alfombras de flores en la calle. Mientras que otras fiestas importadas o copiadas van en aumento, por ejemplo Halloween el 31 de octubre, esta festividad parece que se atasca. Lo de fuera, lo del vecino... suele tener más prédica que lo auténtico y natural y que además representa nuestras raíces. No nos quejemos después si perdemos nuestra identidad. Lo que si se mantiene, afortunadamente, son los fieles a la procesión aunque siempre sean los mismos... Se merecen, por lo menos, una cierva.
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