Ganar o perder ...forma parte de la vida de cualquier mortal. Hacer el ridículo, no estar motivado, no luchar, mostrar desgana o apatía.... son cosas distintas. A mi, no me apasiona el fútbol. Me siento delante del televisor a ver un partido de uvas a peras. El caso de la Selección Española frente a Holanda tenía interés porque revestía tintes de revancha por el recuerdo de aquel memorable partido de hace cuatro años en Sudafrica. Vi el primer partido, contra Holanda....y que decepción. Cinco goles, que pudieron ser más. No entendí que pasaba.
Como volvían a jugar cinco días más tarde contra Chile, me organicé para presenciarlo y ver si mejoraba el ánimo y el espíritu y así quedaba claro que el primer encuentro había sido un espejismo.... ¡una mala tarde!. Coincidió el inicio del partido con el final de la Fiesta de Graduación de los alumnos del Instituto de E.S. Pintor Rafael Requena. Cuando me senté frente al televisor llevaban más de media hora de juego. La Selección Española iba perdiendo en el mítico Maracana por un gol. Al final fue como una repetición del 5-1, algo mejorada si tenemos en cuenta que solo perdimos por 2-0. Pero...que decepción señores. ¡Que falta de espíritu deportivo!. Que vergüenza señor, ver a unos profesionales que cobran un ojo de la cara de nuestros impuestos sumidos entre el desconcierto y la apatía. Sin motivación alguna, parecían como peleles perdidos en el terreno de juego. No se si son conscientes estos chicos de que han tirado al suelo las esperanzas y la ilusión y el negocio de mucha gente. Lo tienen todo, fama, gloria, dinero....
Pero se les olvidó conectar con la realidad, con los que padecen hambre, falta de trabajo, pobreza.... que son muchos. Por eso, tras el estrepitoso ridículo que presencié anoche, me vino a la memoria el título de la novela de Dominique Lapierre y Larry Colins "O llevaras luto por mi". Su hermana Angelita estaba preocupada. Temía que una cornada acabara con la vida de Manuel Benítez en una de sus primeras corridas que realizaba en Andalucía. Pero, este lo tenía claro. El hambre lo había abocado a ganar... o a perder, pero no a la indiferencia ni a la apatía. Le respondió de forma lacónica "..al final de la tarde o te vistes de luto o te compro una casa", frase que los novelistas utilizaron para darle título a uno de sus mejores libros cuya lectura les recomiendo en su versión actualizada ya que en la primera su compadre Manuel Fraga censuró un tercio del libro. Manuel Benítez salió airoso de aquel trance y le compró a su hermana lo que le había prometido. La Selección Española no nos ha comprado la casa.... como todos esperábamos. Al contrario: en contra de lo previsto nos ha vestido a todos de luto. De un luto riguroso que no nos merecemos. Lo siento por Del Bosque. Es una buena persona. Los otros ...¡nos han engañado!
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