Recientemente hemos asistido al “ceremonial” de la firma de los convenios con las distintas asociaciones sin ánimo de lucro. Cuando se llevan cuatro Legislaturas, el boato, el autobombo, los gestos, la propaganda, analizar lo que dicen las “encuestas” y, sobre todo, el cuidado de la “imagen” llega a convertirse …..en “obsesión”. De ahí que el Alcalde haya recibido en su despacho a las asociaciones con una publicidad y una teatralidad inusual, sin olvidar la foto para el Programa Electoral. La rebaja de las ayudas, por culpa de la crisis, se ha visto, pues, compensada con mayor dosis de “boato” y “ceremonial”.
Sería todo un detalle que nuestro Alcalde también llamara a su despacho a los proveedores y los recibiera con un “ceremonial” similar. Muchos de ellos andan preocupados por no tener ni para comprar el turrón. Ya les digo que sería un puntazo hacerse la foto con estos sufridores y, de paso, darles ánimos por soportar estoicamente el “retraso” del pago.
El otro día una persona me decía que estaba muy agradecida al Alcalde por haberle dado trabajo a su marido. Le dije que eso no era así y que no tenía que agradecer nada a nadie ya que no se trata de un regalo sino más bien de un derecho recogido en la Constituciónen su art. 35. Le insistí: “en democracia, las cosas funcionan de otra manera señora”.
Le aclaré que la misión de un Alcalde es gestionar nuestros impuestos e intentar paliar la crisis, en la medida de lo posible, repartiendo el poco trabajo que hay de forma “justa” y “equitativa” entre todos los parados y en colaboración “paritaria” con Administración y Sindicatos. Posiblemente, la señora lleve razón y resulte que nuestros políticos estén aprovechando la crisis para comprar voluntades saltándose el protocolo, ¡si es que hay!,... a la ligera.
Dentro del marketing clientelar nuestro Alcalde empezó un buen día felicitándonos, a casi todos, por carta el día de nuestra onomástica, como hace el Corte Inglés, y ha acabado diseñando innecesarias señas de identidad, como el logotipo del Escudo de Caudete. Díganos, señor Alcalde: ¿había necesidad de un Logotipo?
Finaliza la Legislatura con innecesarias obras (retirada de ventanas y rejas) en la planta baja del Ayuntamiento, poniendo en marcha un chiringuito más para impresionar al votante que para facilitar la gestión administrativa que, dividida ahora en dos oficinas (calle Mayor y Plaza del Carmen) obliga a desplazarse más el ciudadano y convierte a ciertos funcionarios en porteadores de expedientes. Y si alguien comete la imprudencia de hablar de “la posibilidad de analizar el cambio de cierto desfile”….es amenazado con destierro y retirada de subvención. ¡Viva el talante negociador de nuestro Alcalde!
Quiero acabar denunciando una vez más la decisión municipal que mayor despilfarro está suponiendo para el erario público: el caso de Josefa Marco, que lleva cinco años y cuatro meses “marginada” por nuestro Alcalde, a la que desde entonces presenta, ¡cuando la ocasión lo requiere!, como una funcionaria “extraña” en el Centro de trabajo que ella ganó por oposición hace veintitantos años. Más de 130.000 € despilfarrados por un Alcalde que, en vez de dialogar, optó por “aislarla” para ver si se deprimía y acababa pidiendo perdón.
¿Su delito? Que en agosto de 2005 un Juzgado le diera la razón. ¿Interés mostrado en todo este tiempo por el Alcalde para solucionarlo? ¡Ninguno!. No existe un caso similar en toda la Administración Pública de Castilla La Mancha que pretenda hacer tanto daño moral a una funcionaria y que suponga tanto despilfarro para una economía municipal. Pero... ¡cómo no va a haber crisis!
Joaquín Medina Íñiguez
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