Reflexión sobre la huelga celebrada hace unos días en la que, entre otras cuestiones, se solicitaba la supresión de los exámenes de Reválida....

                                            

   Recientemente se ha celebrado una manifestación donde muchos jóvenes han salido a la calle solicitando la supresión de la LOMCE y una serie de mejoras en la calidad de enseñanza. No deja de ser una contradición que LOMCE sean las iniciales de Ley para la Mejora de la Calidad de la Enseñanza. 

     Aquel infausto Ministro, José Ignacio Wert, abusó de la mayoría absoluta y no la consensuó. "O esto o esto", dijo. Ahora, el nuevo Ministro -Iñigo Méndez de Vigo- tendrá que sentarse a negociar para reformar una Ley que a todos contente y, además, que sea duradera... 

 Pero, lo que me ha descolocado es el rechazo a las pruebas finales de ESO y Bachillerato que fija la Lomce, conocidas como reválida. ¿Cuánto ha cambiado la cosa, señor? Los de nuestra generación...¡aprobábamos!, no uno, sino los dos exámenes. 

  Nunca nos planteamos ir a una huelga para que suprimieran aquellos exámenes. ¡Claro que hicimos manifestaciones!. Pero, tenían otro objetivo muy distinto que suprimir un examen que era como una especie de control que, nosotros, con estudio superábamos. La cultura del esfuerzo estaba presente y generalizada....No como ahora.

    Aquí se construyó un Instituto en la Avenida Virgen de Gracia que hubo que tirarlo al suelo tan solo diez años después... porque amenazaba ruina. ¡Nadie había controlado su ejecución!. Durante años realizamos muchas reuniones y quejas  para que se levantara uno nuevo y no tuviéramos que desplazarnos a Villena. En septiembre de 1991, por fin se inauguraba. De eso hace ya 25 años, y parece que fue ayer.

    Recuerdo que en 1966  superamos la prueba de Ingreso en el Instituto de Enseñanza Media  "José Ribera", de Játiva. Allí nos examinamos de Primero y Segundo Curso de Bachillerato. Nos daban clases, en las aulas del Colegio "Ruiz Alcázar y Serrano", Juan José Esteve, José Pérez y  Rafael Martínez. Le llamábamos la "Academia". Jugábamos al fútbol con una suela de zapato en el solar de Iberia Parking. Les contaré como eran los exámenes. 
  
 Una mañana del mes de mayo nos íbamos en autobús a Játiva y, al caer la tarde, nos habíamos examinado de todas las asignaturas del Curso ¡en un día!. Y aprobábamos todos. Recuerdo que aquellos tres excelentes profesores recibían felicitaciones por parte de la Dirección del Instituto de Játiva por las excelentes notas que sacaban sus alumnos....o sea, nosotros.

 ¿No era aquello una reválida? Eso sí: no teníamos teléfono móvil, ni tabletas, ni calculadoras electrónicas ni mando a distancia.  Lo más que utilizábamos eran reglas de cálculo y tablas para obtener calculos trigonométricos. El fracaso escolar ...no existía. El profesor tenía autoridad dentro del aula. Allí no íbamos a perder el tiempo. Ahora bien: los fines de semana bebíamos y bailábamos con las chicas en el Bar Picola. ¿Botellones? ¡Hasta en eso éramos más moderados y sensatos!

   Debo estar chapado a la antigua. De ahí que me cueste entender lo de querer suprimir -que por cierto, se han suprimido- estos exámenes de control. Entonces, si no estudiabas y presentabas el folio en blanco, el profesor te ponía un cero. ¡Y no nos pasaba nada! Ahora, por Decreto Ley, la puntuación mínima ha subido a un "1" para que el alumno, dice el Decreto, no se estigmatice ni acompleje. 

  Cuando se aumente a un cinco, ya no tendremos problemas. Estoy totalmente de acuerdo que se proteste para dotar de más presupuesto a la  Educación. Es un error, señor Mariano Rajoy, recortar, como ha recortado usted, en esta materia. 

 Pero, lo de la reválida, creánme, no acabo de entenderlo. Lo dice quien aprobaba esos exámenes y nunca nos planteamos hacer huelga para que se suprimieran. Eran otros tiempos, claro....Les dejo con una carta de un Presidente de EE.UU al profesor de su hijo. Es una suerte tener un Presidente con semejante preocupación. No como los de ahora.

El maestro es la figura clave en la enseñanza.