Entre la sequía, la plaga de conejos y los bajos precios de los productos las perspectivas del agricultor para el 2016 no son nada halagüeñas.

      Coincidí hace unos días con un agricultor en la gasolinera. Me dijo que ni de lejos se dan las condiciones para ver el futuro del campo con optimismo. Hay cuestiones que poco puede hacer el hombre para solucionar la falta de lluvia o las altas  temperaturas en pleno invierno. Los árboles están en flor y lo más probable es que las heladas se lleven por delante la cosecha. No se recuerda un invierno tan atípico, me decía.

        Hay otras causas que nada tienen que ver con la naturaleza y si no se les dá solución es porque el hombre no quiere. Se refería a la plaga de conejos que, desde hace unos cuantos años, viene afectándo negativamente a la agricultura caudetana. A la izquierda de la carretera de Villena, enfrente de la gasolinera, plantaron hace poco más de un mes nogales. Este ejemplo es muy ilustrativo. Se parece más a un parque infantil que a una plantación de árboles por las protecciones de color rojo que han tenido que ponerles a los árboles para que puedan llegar a adultos. De no colocarles esa proteccion de pvc -lo que supone un sobrecoste- los conejos no dejarían crecer a los nogales. Esto....no habia ocurrido nunca.

    Me decía que dentro de dos semanas acaba la época de caza y que en otras poblaciones se prolonga más para intentar diezmarlos. Aquí también se podría alargar. Pero no se hace. Porque prima más el deporte de la caza que el ancestral oficio de agricultor. Nadie hace nada para acabar con esta plaga, epidemia, desgracia o como quieran llamarle, que ataca a los sembrados, a los árboles y a todo lo que pillan por delante que este verde y tierno. Si es que se esta tomando alguna medida desde la Sociedad de Cazadores, Medio Ambiente o desde la Consejería de Agricultura, no cabe duda de que no es la adecuada ya que los conejos no disminuyen.

Y si a esto le sumamos que los precios de los productos del campo son escandalosamente bajos, la situación es poco halagueña para el agricultor. El único producto algo rentable es la almendra porque escasea, debido a los problemas que tienen en California. Entre la sequía, la plaga de conejos y los bajos precios que tienen los productos que cultivan, levantarse y continuar siendo agricultor es como un milagro. Sólo se benefícian las grandes superficies comerciales. Hace 45 años, muchos hijos de agricultores abandonaban el campo por el destajo del yeso en la costa. Ahora no funciona ni eso.